Publicado el: Jue 10, Dic, 2015

«Las Primarias en Ñuñoa», Por Alejandro González LLaguno

Primarias

La interrogante por las primarias es, sin duda, la pregunta política más relevante de la coyuntura local. El tiempo apremia: las primarias legales están programadas para el 05 de junio y los candidatos deben estar inscritos el 06 de abril.

Son tres las dudas: primarias en la derecha, primarias en la Nueva Mayoría y/o primarias amplias de la fuerzas progresistas de la comuna de la DC hasta los progresistas. Junto a este mapa de posibilidades surgen interrogantes no sólo en torno a los postulantes definitivos al sillón edilicio, sino también en torno a los alineamientos y los apoyos que se van a dar entre las fuerzas políticas de la comuna.

En los próximos meses el panorama se tendrá que ir aclarando. Construyamos los escenarios probables.

Las ¿primarias de la derecha?

“Chile Vamos” ha informado que realizarán primarias en torno a 150 comunas. Ñuñoa, en un primer momento, no está contemplada con escenario de primarias. Pero, hay un dato duro: Zarhi, quebró la unidad del sector en la comuna, renunció a Renovación Nacional y no forma parte del sector. Del mismo modo, ha dicho que va ir a la elección de octubre y que no va ir a primarias.

Frente a este escenario surgen cinco posibilidades: que el sector termine apoyando a Zarhi, que el actual edil compita en una primaria con el sabatismo –con muy altas posibilidades de perder-, que el sector llegue a la elección con dos candidatos, que Zarhi renuncie a la opción de competir en octubre o que una figura nacional venga a sellar la unidad. De las cinco opciones, cuatro conducen a un escenario de candidato único y una a competir a dos bandas.

Lo que parece claro, es que el sabatismo no va entregar el municipio fácilmente. No sólo está en juego una cuestión estrictamente política –gobernar Ñuñoa-, sino también poder seguir ejecutando un modelo de gestión local. El sabatismo no sólo es estilo de acción política, sino también es un modelo de gestión municipal.  Estos dos aspectos determinan y fundan la afirmación de que van hacer todo lo posible por recuperar, al menos, el liderazgo de la derecha local.

Parece, relativamente claro –luego de un análisis electoral y del mapa político de Ñuñoa- que Zarhi no le gana una competencia electoral al sabatismo en primarias ni en la elección de octubre. Esta afirmación, por tanto, no implica desconocer que la red de poder que se articula en torno al cacique urbano esté debilitada. No obstante, su peso e influencia al interior del partido es infinitamente superior a lo que puede hacer el actual alcalde. Es evidente.

Según lo anterior, el escenario de que el partido y el sabatismo terminé apoyando a Zarhi se ve poco probable. La racionalidad de clase debería responder a la siguiente pregunta: ¿Zarhi o un Alcalde de la Nueva Mayoría?

Hoy, no podemos descartar una elección con una derecha divida entre Zarhi y el sabatismo. En definitiva, lo único claro, es que la derecha tiene que resolver un nudo político en un escenario complejo. Parece que el destino político está claro: Zarhi v/s Sabatismo; más temprano o más tarde.

Las primarias del progresismo local.

El mapa político del progresismo de Ñuñoa esta segmentado en cuatro actores: la Nueva Mayoría –DC, PS, PPD, PR y PC- los progresistas, Revolución Democrática y el Frente Amplio que agrupa al Partidos Igualdad, humanistas, Convergencias de Izquierda, libertarios, los verdes, los autónomos y organizaciones ciudadanas. Se viven momentos de definiciones y decisiones finales.

La gran pregunta: ¿podrán hacer una primaria para elegir candidato único?

De lo que no hay duda, es que se está haciendo un esfuerzo grande en esa dirección. Ahora, si la respuesta es positiva, estas primarias ¿serán “legales” –es decir, organizadas y financiadas por el SERVEL- o habrá que organizarlas de forma autónoma a la institucionalidad?

Hay un dato indesmentible: bajo la actual legislación la fórmula de todos los partidos del progresismo en una primaria no es viable. Tendrán, por tanto, que resolver el asunto de otra manera. Ello, implica organizarlas, financiar y legitimarlas. Todos los actores tienen la voluntad de concurrir a ese acuerdo. Todos tienen la intención de “sellar la paz” progresista de Ñuñoa y competir unidos

Lo que está claro, es que los partidos de la Nueva Mayoría van a concurrir a una primaria; ya sea, cerrada al oficialismo o abierta a todas las fuerzas progresistas.  No hay que olvidar que el 06 de abril se tienen que inscribir los candidatos para primarias legales.

Independientemente, de lo que termine sucediendo y de los nudos políticos que deben resolver, hay candidatos en campaña. Veamos el mapa de los posicionamientos.

En la nueva mayoría hay cuatro opciones. La comunista Placencia, la socialista Mendoza, el DC Jaime Castillo y un candidato del PPD que en un primer momento estuvo representado por Navarrete –actual alcalde de Lo Prado-, y hoy, está sonando el nombre de Helia Molina, la ex Ministra de Salud.

Mendoza y Placencia son las cartas más fuertes para ganar la primaria del oficialismo o de las fuerzas progresistas.

A la izquierda del progresismo podemos ubicar al Frente Amplio que está formado por un conjunto de partidos y movimientos. La fuerza electoral que tienen no hay que minimizarla. Son una fuerza electoral importante: sólo miremos su votación en las municipales y parlamentarias.

La gran pregunta es, ¿van a competir en la primaria de la fuerzas progresistas?

Lo que está claro es que van a competir y van a  levantar candidato para esa primaria o para la elección de octubre. Tienen voz, tienen votos, tienen derecho, tienen ganas, tienen capacidad de movilizar. Siempre lo han hecho. Las opciones son variadas. Los humanistas nunca han dejado de tener candidatos al sillón edilicio: ¿está vez, será la oportunidad?; los igualitarios tienen opciones, también hay independientes, los autónomos ya fueron exitosos con Figueroa.

Sin duda, en una competencia abierta al progresismo pueden dar más de una sorpresa. Son más –como conglomerado- que la DC y que el PDD. Incluso, al mirar las cifras podrían ganarle al PC. Son más que los progresistas y RD. En consecuencia, en una primaria amplia del progresismo con todos los candidatos del oficialismo compitiendo pueden hacer pasar malos ratos a más de una fuerza política.

Finalmente, en este mapa de las fuerzas políticas y sociales de Ñuñoa están los progresistas y Revolución Democrática. Están obligados a responder la pregunta básica: ¿van a llevar candidato a la primaria del progresismo?

A mi parecer, este escenario es poco viable para ambas opciones. Por cierto, a la fecha nada está descartado y la vocación de poder siempre está latente. De hecho, en los progresistas –en distintos momentos- se han escuchado al menos tres nombres –Parada, Munster y Becerra-.

Lo más probable, es que en un escenario de primarias amplias, terminen, apoyando una figura de la Nueva Mayoría o del Frente Amplio. La misma suerte debería correr Revolución Democrática. No obstante, en las últimas semanas se han visto -ambos grupos- muy cómodos trabajando con el PC y su candidata, Alejandra Placencia.

Las decisiones finales deben comenzar a sucederse. Fines de marzo es una fecha impostergable. Desde abril estas y muchas otras interrogantes deben estar resueltas. Por ahora, dibujemos un escenario para quedarse con el sillón edilicio de Ñuñoa con cuatro nombres: Mendoza, Placencia, Zarhi, Benavides.

Por Alejandro González LLaguno, Sociólogo

llaguno@nunorktimes.cl

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