Zarhi V/S Benavides: La Encuesta de la Discordia

ScreenHunter_02 May. 16 20.49

Las encuestas de Opinión son un instrumento científico de conocimiento sobre las opiniones, las preferencias y las percepciones que tienen sobre los más diversos ámbitos los ciudadanos, los consumidores y un amplio conjunto de sujetos sociales, etc. Son, sin duda, herramientas de saber de gran utilidad. Lamentablemente, su uso político –sin apego a una metodología rigurosa ni a normas éticas mínimas- se ha masificado al punto que para todo hay una encuesta a favor en contra de algo o alguien. Sabemos, que las encuestas construyen realidad y generan el efecto “vencedor”.

A nivel local-municipal las encuestas no sólo se equivocan con frecuencia –los ejemplos son abundantes-, sino también son usadas políticamente para fines de poder. En lo que sigue vamos a analizar una encuesta sobre Ñuñoa que realizó el Instituto Libertad y que tiene, sin duda, el interés de bajar o debilitar un candidato –Benavides- en favor de otro –Zarhi-. Los números son contundentes. Al revisar en detalle su metodología y datos surge un conjunto de inconsistencias que debilitan sus cifras; es decir, hay que leer estos resultados con más precaución y sin triunfalismo.

Las encuestas están para producir conocimiento. Las encuestas no están para favorecer candidaturas ni menos para convertir sus resultados en un hecho político con efectos particulares.

La metodología de la encuesta en lo grueso nos dice que se hizo a 600 personas mayores de 18 años que votan en Ñuñoa con un margen de error del 4% y con un intervalo de confianza del 95%. Según dice la ficha técnica es “bietápica, estratificada y probabilística”. En lo grueso no tengo reparos.

Sólo tres consideraciones fundamentales. La primera, no sabemos si se ha llamado a un teléfono fijo, a celular o ha sido mixto. Es relevante, porque permite no sólo tener antecedentes de la cobertura, sino también sobre el universo en el sentido de identificar una cifra potencial; es evidente, por tanto, que la muestra no se proyecta al universo electoral de la comuna. En segundo lugar, tampoco nada nos dice sobre la estratificación de la muestra; si ha sido según perfil demográfico o electoral, y como se distribuyen los criterios al interior de la muestra. Finalmente, surge el tema de la dispersión; es decir, tampoco sabemos cómo se distribuye la muestra al interior de la comuna, sobre todo, considerando la distribución local de los teléfonos y del tipo de estratificación usada; en ese sentido, surge una pregunta básica: ¿cuántos de los 600 encuestados son de Grecia al norte o al sur?

zarhi1

Veamos los resultados. En identificación política nos dice que el 18% se “identifica o simpatiza más” con la “Nueva Mayoría”, el 11% con la “Alianza”, 8% con “otros” y un 59% con “ninguno”. Estas cifras son importantes para hacer la comparación con los escenarios electorales que se construyen para Ñuñoa y que son la esencia de esta encuesta. No obstante, podemos hacer una comparación con los datos que arroja la última Adimark de abril, con la consideración que son muestras distintas –nacional/local- y las alternativas de respuestas son diferentes; lo que, explica en alguna medida los resultados tan disimiles. En lo grueso, por tanto, podemos afirmar que los datos que capta la Adimark a nivel nacional y la encuesta sobre Ñuñoa son muy diferentes. Pregunta: ¿es posible tanta desviación?

En la Adimark, se identifica con la centro-izquierda el 41% y con el gobierno el 36% de los entrevistados; al contrario, en  Ñuñoa con la Nueva Mayoría sólo el 18%. En la Adimark se identifica con la derecha el 21% y con la oposición el 35% de los encuestados; al contrario, en Ñuñoa se identifica con la “Alianza” sólo el 11% y con la oposición –lo que no es Nueva Mayoría- el 19%. Nuevamente, vemos resultados muy diferentes. Incluso, al comparar la categoría “ninguno” observamos que en la Adimark llega al 38% cuando se pregunta por identificación en la dimensión izquierda-derecha y baja al 28% cuando se pregunta por identificación en el eje gobierno/oposición; al contrario, en Ñuñoa esa cifra es del 59%.

Es común afirmar entre los actores políticos y sociales de la comuna, que Ñuñoa es el pulso de Chile; entonces, ¿por qué los resultados de ambas mediciones son tan disimiles?

Disposición a participar en las municipales. La abstención en el 2012 llegó al 55%, es decir, sólo participó el 45% de los inscritos.

Sin embargo, la cifra de “disposición a participar” que la encuesta entrega estima que en la próxima elección esta cifra tiende a disminuir: un 60% dice que concurrirá a votar con seguridad y un 17% dice que “es posible que lo haga”. Ambas categorías suman un 77%. Esto implica, en consecuencia, que en la elección de octubre la participación va subir del 45% al 60% con la posibilidad de subir unos puntos más. Ante esta cifra surge una pregunta: ¿hay alguna razón para pensar que este dato será revertido en la elección de octubre y que la participación va aumentar?

Nivel de conocimiento. Se trata, en general de una pregunta que indaga en torno a “si conoce o a escuchado hablar” de un determinado personaje público. Esta pregunta es importante porque el personaje más conocido es el que tiene mayores posibilidades de salir electo. A nivel presidencial es una pregunta de alta predictibilidad. A nivel local, la pregunta no funciona de la misma manera; el ejemplo de la disputa Sabat/Maya Fernández en el 2012 es elocuente al respecto. Las cifras de la encuesta de Ñuñoa muestran que Pedro Sabat es el que tiene  hoy mayor nivel de conocimiento con un 92%, le sigue su hija –Marcela- con un 79% y la diputada Fernández con un 47%. Seguramente, la diferencia entre Sabat y Maya en la elección pasada era mayor que la que se observa hoy. Ya sabemos que sólo 30 votos fue la diferencia.

Sin considerar estos personajes, el actual alcalde Zarhi es el que tiene mayor nivel de conocimiento con un 45%, es decir, 270 electores. Si bien es una cifra que va en alza, es baja considerando la historia mediática del alcalde y la exposición pública que ha tenido desde que asumió la conducción del municipio. No obstante, es bastante mayor que el 25% de la ex candidata de la DC y figura de la TV, Macarena Venegas, y que el escritor Rosasco. Más atrás, aparece la ex ministra Molina con un 18%, el concejal de la UDI Martínez con un 16% y Guido Benavides con un 14%. Con un 8% de conocimiento aparece la candidata socialista Paula Mendoza. Incuestionablemente, el alcalde Zarhi es el que tiene mayores posibilidades de ganar el sillón alcaldicio. No obstante, hay otras variables que considerar; ya que, esta pregunta no funciona a nivel local como ocurre a nivel presidencial.

Evaluación positiva. No hay que olvidar que esta evaluación se hace sobre la base –muestra- de los que han manifestado conocer al personaje público evaluado; es decir, se puede tener una evaluación positiva pero tener bajo nivel de conocimiento. Como la encuesta trabaja con un error del 4%, podemos identificar un “empate técnico” entre 5 personajes: Zarhi (60%), Mendoza (59%), Jennifer Morris (58%), Guido Benavides (57%) y Helia Molina (57%). En esta pregunta, Zarhi no saca ventaja.

Evaluación negativa. Los personajes que tienen las mayores evaluaciones negativas no van a competir en octubre. Al contrario, los posibles candidatos son los que manifiestan menor niveles de evaluación negativa: Benavides (13%), Helia Molina (11%), Zarhi (10%) y Mendoza (8%).  En esta pregunta, Zarhi tampoco saca ventaja. No hay que olvidar, que Piñera fue electo presidente con una alta evaluación negativa.

Evaluando las características de Zarhi. La encuesta sólo entrega datos sobre el actual alcalde. Surge una pregunta: ¿por qué no considera otras opciones y/o candidatos, sobre todo, cuando compite con uno en particular?; o acaso, ¿también fue medido y tiene buenos rendimientos?

No obstante, Zarhi tiene una buena evaluación positiva: “cuenta con liderazgo” (64%), “activo y enérgico” (56%), “creíble” (61%) y “genera confianza” (61%). En las encuestas presidenciales los candidatos se comparan.

Evaluación gestión de Zarhi. En esta pregunta el alcalde no tiene una buena evaluación; no obstante, es una evaluación en ascenso respecto de la última medición. Sólo para el 34% de la muestra lo ha hecho “muy bien y bien”, un 22% “regular”, un 9% “mal o muy mal” y un 35% “no sabe o no responde”. Al comparar estas cifras con las que obtiene Sabat se observa que el ex alcalde tiene un mejor rendimiento: 50% de la muestra dice que lo ha hecho “muy bien y bien” -16 puntos más-, un 21% “regular”, un 8% “mal o muy mal” y un 21% “no sabe o no responde”. Es consistente ese 50% con el 55% de evaluación positiva que tiene el ex alcalde. No ocurre lo mismo con Zarhi que tiene una evaluación positiva del 60%; es decir, bien evaluado como percepción general –de hecho, no sabemos en qué piensa la gente cuando responde por “evaluación general o negativa”- y medianamente evaluado cuando se trata de gestión concreta.

Identificación política de Zarhi. Vimos que en la primera pregunta la encuesta de Ñuñoa pregunta por identificación con la “Alianza” y no con el “Chile Vamos”. La misma categoría aparece cuando se pregunta por la identificación política del actual alcalde –sobre la base de los que lo conocen, es decir, el 45% de la muestra equivalente a 217 electores: un 34% lo identifica con la “Alianza”, un 27% con “ninguno o nadie” y un 33% “no sabe o no responde”. Este dato es importante cuando se analiza el potencial escenario de primarias y/o competencia a dos bandas en octubre: ¿quién es del “Chile Vamos” y quién no?

Escenarios electorales. Aquí, se observan las mayores inconsistencias. En primer lugar, no hay distinción –seguro está en la base de datos del proyecto- entre los que declaran que van a concurrir “con seguridad a votar” en octubre -60% con 360 personas-, los que “es posible que concurran a votar” -17%- y los que declaran que “con seguridad” no irán a votar -22%-. Finalmente, no deja de ser extraño observar que sólo el 1% de los encuestados declara no saber o no contesta la pregunta. Esta distinción es muy importante para analizar los escenarios probables. Por ello, es relevante tener claro que los resultados siguientes son sobre el total de la muestra sin distinciones.

La pregunta sobre intención de voto se hace en nueve escenarios posibles con 5 candidatos -Zarhi, Benavides, Molina, Venegas y Mendoza- y dos modalidades de competencia en la derecha: con candidato único o compitiendo a dos bandas. En el siguiente cuadro podemos ver los resultados generales de la encuesta:

 CUADRO # 1

Proyección resultados electorales en 9 escenarios

(porcentajes)

1 2 3 4 5 6 7 8 9
Zarhi 44 43 42 50 50 47 X X X
Benavides 4 5 4 X X X 11 10 12
Molina X 7 X X 8 X X 12 X
Mendoza 5 X X 7 X X 9 X X
Venegas X X 6 X X 7 X X 13
Ninguno 30 29 32 31 29 32 61 60 58
NS 17 16 16 12 13 14 19 18 17
Derecha 48 48 46 50 50 47 11 10 12
N. Mayoría 5 7 6 7 8 7 9 12 13

                    Fuente: Encuesta Electoral, Abril 2016, Instituto Libertad

Varias son las interrogantes que surgen. En primer lugar, no es creíble que en una competencia a dos bandas en la derecha se va producir la distribución de votos que los tres primeros escenarios muestran.

En segundo lugar, tampoco es creíble que la Nueva Mayoría va obtener en octubre los resultados que estos escenarios entregan: ¿por qué en esta encuesta la derecha mantiene su votación histórica y la Nueva Mayoría la baja de manera tan significativa?

En tercer lugar, es extraño ver que la derecha baja tanto su votación cuando compite Benavides; de hecho, no es creíble que con éste candidato la derecha baje su umbral histórico en la votación de los concejales, sobre todo, considerando que se trata del sucesor de Sabat, quien, en esta misma encuesta tiene buenas evaluaciones. No es creíble, que el ex alcalde no tenga la capacidad de traspasar votos a su delfín y superar los escuálidos resultados que esta encuesta entrega. Lo que, no obstante, puede explicar esta situación el bajo nivel de conocimiento del actual concejal.

En cuarto lugar, hay que observar que ninguno de estos escenarios es real; ya que, las fuerzas progresistas de la comuna van hasta hoy, al menos, en dos listas. Este hecho, no obstante, genera efectos sobre la Nueva Mayoría y no sobre la derecha. El Frente Amplio de Ñuñoa, ya tiene candidato y lista de concejales. Del mismo modo, tampoco son reales tres escenario –3, 6 y 9- debido a que Macarena Venegas no va competir en la primaria.

En quinto lugar, hay que considera que no es creíble, nuevamente, que los candidatos de la Nueva Mayoría obtengan esas cifras, considerando que el 18% de la muestra, pregunta # 1, se identifica con ese conglomerado. Lo mismo puede ser aplicado a la derecha que con una identificación del 11% tiene una intención de voto en torno al 50%.

Los datos de la encuesta muestran  un Zarhi ganador frente a un Benavides perdedor. El efecto político, más relevante, es evidente: que el actual alcalde tiene mejor rendimiento electoral que Benavides en todo escenario. Incluso, la derecha mejora sus resultados con Zarhi en relación a la Nueva Mayoría. Si bien, los datos de intención de voto no son consistentes ni creíbles, es altamente probable que la ventaja del actual alcalde sólo pueda interpretarse como tendencia sin entregar claridad en relación a la distancia que tiene con Benavides.

Finalmente, es evidente que se trata de una encuesta con un mensaje implícito: que se baje Benavides. En los últimos meses hemos aprendido que en Ñuñoa todo es posible.

Por Alejandro González LLaguno, Sociólogo

llaguno@nunorktimes.cl

Show Buttons
Hide Buttons