En Ñuñoa, Cine Alemán: Nunca Había sido tan Feliz
Reseña.
La vida es una autosugestión, especialmente en épocas de crisis. De otro modo, sería imposible soportarla: sin mentiras piadosas, sin embellecer la realidad. Frank Knöpfel es especialista en esto último. En una boutique de lujo, le compra a una mujer desconocida un abrigo muy caro, simplemente porque tiene ganas de hacerlo. Se hace pasar por un hombre de negocios de Oslo, o por un mafioso, un especialista de la bolsa o un agente inmobiliario, de acuerdo con lo que más le convenga.
Frank Knöpfel es una persona a la que le agrada mirarse en el espejo. Le agrada lo que ve reflejado en él. Al principio de la película, es un hombre a la moda, con el pulóver de cachemira echado sobre los hombros, que hace generosas compras en una boutique de lujo. Como es de esperar, le regalan un cinturón adecuado, pues hasta ese momento nadie sabe que la tarjeta de crédito con la que paga es robada. Frank es excepcionalmente amable y ofrece regalarle un abrigo a una atractiva clienta de la boutique. Como si fuera un vendedor, envuelve a la bella rubia con palabras hermosas: «Usted no necesita el abrigo, es el abrigo el que la necesita a usted…». La mujer es la primera en notar que la amabilidad de Frank no es auténtica y rechaza la oferta. Entretanto, los empleados de la tienda descubren que la tarjeta de crédito es robada. Mala suerte para Frank.
Sin embargo, la consiguiente prisión no lo cura. Una vez de vuelta a la gris realidad de un empleo remunerado con un euro por hora, ordenado por el juez, Frank descubre a la rubia, supuestamente de la buena sociedad, en un prostíbulo. Para rescatarla, vuelve a sus probados métodos…
Miércoles, 23 noviembre, 2016 20:00 horas. Entrada liberada, Sala Verde, Casa de la Cultura, Av. Irarrázaval Nº 4055
Fuente, ccn.cl













