Publicado el: Lun 24, Ago, 2015

El 90% De Los Enfermos Con Cáncer De Tiroides Es Mujer

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El alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat, y el senador Fulvio Rossi son dos de los pocos hombres que padecen cáncer de tiroides, ya que el 90% de los pacientes que sufren dicha enfermedad es de sexo femenino.

El diagnóstico ha aumentado cuatro veces desde 2010, de hecho, en el Instituto Oncológico de la Fundación Arturo López Pérez (FALP), cada año se realizan más de 300 extirpaciones de esta glándula, intervención denominada tiroidectomía.

La tiroides es una glándula neuroendocrina cuya función es regular el metabolismo del cuerpo. Se encuentra en el cuello, delante de la tráquea y la laringe.

«Cerca del 90% de los casos diagnosticados con esta enfermedad son de sexo femenino. Además, se presenta más frecuentemente entre los 40 y 60 años de edad, lo que no excluye que también pueda aparecer en personas menores», sostiene el jefe de la Unidad de Cabeza y Cuello de la Falp, doctor David Cohn.

El cáncer de tiroides puede presentarse de distintas formas, hay tumores diferenciados, medulares y anaplásicos. «Los dos últimos son más agresivos y de peor pronóstico, pero no son los más frecuentes», explica Cohn.

El más común en la tiroides es el cáncer de tipo papilar. Se trata de un nódulo que puede provocar molestias como tos y cambios en la voz, o también pasar completamente desapercibido para el paciente.

La gran mayoría de las personas suele consultar cuando siente un nódulo a nivel del cuello, explica el doctor Cohn, mientras que «otros pacientes llegan a la consulta porque sus ecografías tiroideas solicitadas por otros médicos han arrojado hallazgos, sienten malestares cervicales o porque son obesos y están en estudio».

La única forma de pesquisar esta enfermedad de forma temprana es con una ecografía y si en este procedimiento se hacen visibles nódulos tiroideos altamente sospechosos de ser tumorales, se somete al paciente a una punción citológica para confirmar el diagnóstico y saber, de forma más certera, si se está ante una enfermedad benigna o maligna.

Manejo especializado

Cuando se realiza un diagnóstico de alta sospecha, el paso siguiente es efectuar una extirpación de la tiroides.

«Es durante la intervención quirúrgica cuando se confirma el diagnóstico con una biopsia rápida. La cirugía más recomendada es una tiroidectomía total. También es importante investigar la situación de los ganglios del cuello, tanto centrales como laterales. En caso que esté afectado alguno de ellos, se efectúa una disección ganglionar en el mismo momento», explica Cohn.

Cuando se está ante pacientes con tumores más avanzados, que han comprometido órganos como laringe, faringe o esófago, se necesita adoptar tratamientos más radicales, con manejo reconstructivo de alta complejidad.

Luego de la cirugía, el tratamiento puede ser complementado con terapia de radioyodo. Ésta es una aplicación de dosis de yodo radiactivo, elemento que tiene la capacidad de eliminar células malignas que hayan podido quedar rezagadas luego de la cirugía.

Opciones como radioterapia y quimioterapia se utilizan en forma ocasional, cuando existen aquellos tumores menos frecuentes y más agresivos en su avance.

Aún cuando hayan terminado su tratamiento, los pacientes deben seguir una terapia hormonal para reemplazar la que generaba la tiroides extirpada. Además, deben seguir monitoreados periódicamente, según plazos que indique el especialista.

Fuente, eleconomistaamerica.cl

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