Publicado el: Dom 29, May, 2016

«Vecinos» que Ladran y Aúllan, los Problemas de Convivencia con una Clínica Veterinaria en Ñuñoa

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Cuando se vive al lado de una clínica veterinaria pueden surgir algunas molestias. Conozca un caso en que el municipio resolvió ir a fiscalizar y tomar medidas.

Convivir en el barrio con locales comerciales no es fácil, sobre todo cuando los niveles de ruido son elevados y dificultan el descanso, en especial de noche. Pero, ¿se imagina lo que es residir al lado de una clínica veterinaria, que además sirve de hotel para mascotas?

Como una «situación desesperada» calificó Félix Schmelzer lo que está viviendo en su departamento de calle Marchant Pereira, Ñuñoa. Según nos contó, a él y a su esposa les gusta mucho el barrio, pero tienen problemas con la Clínica Veterinaria Simón Bolívar, cuyo patio trasero se ubica frente al edificio.

«Tienen muchos perros que ladran y aúllan todos los días, desde la mañana hasta la noche. Incluso durante la madrugada», indicó.

Añadió que a su señora, que está embarazada, el médico le indicó dormir siesta todos los días, lo que es imposible de cumplir. A su vez, él está sufriendo de insomnio y siente que ello ha afectado su desempeño como profesor universitario. Dijo que ha conversado con el dueño del recinto para explicarle su situación y pedirle que haga algo para disminuir los ruidos. Sin embargo, no resuelve nada.

Como comunidad recurrieron a la justicia vecinal de Ñuñoa, que mandó a un inspector para negociar con el veterinario a cargo y, según les comentó, se descubrió que hay muchos perros encerrados en un lugar muy pequeño. El funcionario municipal, no obstante, le aseguró al lector que el encargado se había comprometido a quitar el hotel de mascotas. Sin embargo, se lamenta, el problema sigue y no ve que se vaya a resolver pronto. Justicia vecinal les facilitó un abogado que inició un proceso judicial que durará al menos seis meses, según le comunicaron.

Con patente

Nos contactamos con la clínica y nos respondió el Dr. Manfred Homm, su fundador, representante legal y director médico (consigna economiaynegocios.cl). Nos explicó que la propiedad de 500 m {+2} cuenta con patente comercial de clínica veterinaria, laboratorio clínico, hospital y peluquería canina desde 1999. En ese entonces, continúa, en el entorno cercano no había ninguna edificación en altura. Ahora, las propiedades de uso habitacional que colindan con el recinto son para destino comercial.

Su local, asegura, funciona allí desde febrero del 2014. En sus primeros meses, una de las estrategias para captar clientes fue aceptar el ingreso de perros al hotel por la época estival, pues quedaban en un recinto cerrado, sin riesgo de fuga.

«En esas condiciones iniciales -donde los ruidos molestos quedaban de franco manifiesto por la cantidad de perritos acogidos- nunca recibimos reclamos de nuestros vecinos», afirma Homm.

Pasado un año, y ya con su clientela más formada, comenzaron a filtrar a sus huéspedes ocasionales y en octubre pasado informaron a los usuarios que el servicio de hotel canino se suspendía en forma permanente.

Entonces, relata, se comprometió de palabra con nuestro lector a no aceptar más huéspedes y a que los ruidos generados por juegos y ladridos nocturnos no lo volverían a molestar. Enfatiza que ha cumplido y que al atardecer los animales se guardan en sus caniles.

«Ya no hay ruidos molestos, aunque durante el día se producen algunos, pero es parte de nuestro quehacer «, asegura.

Su horario

Advierte que funcionan de lunes a domingo desde las 9:30 a las 22:00 horas y que no dan atención nocturna. Los hospitalizados son atendidos por un colega, dentro de la clínica. Dada su condición de arrendatario, observa, es inviable económicamente hacer mejoras estructurales para mitigar los ruidos.

También consultamos en la Municipalidad de Ñuñoa, donde nos respondieron que personal municipal concurrió a la clínica y se entrevistó con el Dr. Homm. A su vez, se fiscalizó que la patente respectiva estuviera al día y verificaron que el médico mantiene un contrato de subarriendo para esa vivienda.

También verificaron que tuvo una patente provisoria a nombre de Clínica Veterinaria Dr. Manfred Homm, la cual venció, por lo cual quedó citado al 2º Juzgado de Policía Local por funcionar sin la autorización respectiva. A su vez, determinaron elaborar un decreto de clausura.

Nos precisaron que el médico les manifestó que desde noviembre de 2015 eliminó el hotel canino por las molestias que ocurrían en la noche. Pudieron constatar que en el patio había «alrededor de siete perros» que se encontraban en recuperación. Sin embargo, agregaron en el municipio, dentro de la propiedad mantenía una sala con jaulas para los animales.

Sin permiso
Según nos informaron en la Municipalidad de Ñuñoa, los inspectores de la Dirección de Obras Municipales verificaron que en la propiedad existen ampliaciones sin permiso, por lo que se notificó al propietario y locatario un plazo de 30 días para ingresar el expediente respectivo.

Fuente, economiaynegocios.cl

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