Publicado el: Sáb 15, Oct, 2016

ENTREVISTA DE LA SEMANA, Moisés Scherman “Mi Voto es para Camilo Brodsky”

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Conversamos largamente con Moisés Scherman. Sin duda, un tipo que conoce la comuna “como la palma de mi mano” como él mismo afirma. No puede ser de otra manera cuando se ha vivido toda una vida en la comuna y se forma parte del activo político, social y ciudadano de Ñuñoa.

Cuéntanos ¿qué es lo primero que se te ocurre cuando piensas en Ñuñoa, las primeras impresiones, imágenes?

Mi niñez, la escuela pública en la plaza Ñuñoa, el barrio, el parque Juan XIII que es donde viví.

Y, en relación a la identidad de Ñuñoa ¿qué la identifica?

Hoy, es un territorio en disputa entre los que queremos preservar su identidad y sus características como la vida de barrio, su calidad de vida y el mercado inmobiliario que quiere transformar esta comuna en un nicho de negocios en colusión con el Alcalde. Ñuñoa es muy contradictoria.

¿Por qué?

Desde el punto de vista social esta partida en dos: Grecia al norte y Grecia al sur. El gran problema, es que mucha gente del sector sur no se siente ñuñoina. Me lo han dicho muchas personas en la Rebeca Matte, Rosita Renard. Queremos una comuna inclusiva. No queremos una comuna segregada ni que se vuelvan a repetir los procesos de erradicación. No queremos que se rompa el tejido social que hemos ido reconstruyendo pese a la dictadura comunal que hemos tenido.

No hay que olvidar que Ñuñoa es el reflejo o promedio de lo que es nuestro país; principalmente, desde el punto de vista socio-económico, cultural y político; de algún modo, acá convive toda la sociedad chilena.

También, ¿en el tema electoral?

No. Aquí nunca hubo los famosos tres tercios por lo menos a nivel municipal desde la post dictadura a la fecha; ya que, siempre fue una comuna de centro-derecha.

Ñuñoa, por tanto ¿es una comuna conservadora?, considerando lo que sucede desde los noventa que sigue siendo gobernada por la derecha.

No diría conservadora; pero, hasta que había voto obligatorio hemos realizado el cálculo de que un 30% de los votos que sacaba Sabat correspondían a electores inscritos acá, pero viven en otras comunas con mayor nivel socio-económico. Te aseguro, que en la última elección Sabat no fue elegido  con votos de ñuñoinos.

En ñuñoa hay un tema “grave de segregación”

Ahora, ¿cuáles son los principales problemas de Ñuñoa?

Hay un problema grave de segregación porque hay bolsones muy grandes de pobreza que están excluidos de la comuna; por ejemplo, sabemos que hay comités de allegados, pero no sabemos cuánta gente está en esa situación. En la Rebeca Matte son como 150 las familias y en la Villa Olímpica como 70, en la Rosita Renard viven 2.5 familias por casa en 36 metros cuadrados.

Educación es otro tema. Es una política discriminatoria en favor de los colegios o liceos municipales de excelencia que es donde se van los mayores recursos. Es un sistema piramidal que va eliminando a los alumnos por rendimiento. Se implementó en la gestión de Pablo Vergara y Sabat lo perfeccionó. Además, en tres colegios hay copago diferenciado –Augusto D´Halmar, Internado Nacional Femenino y Toribio Medina- que se tiene que terminar el otro año.

Pero, ¿cuáles serían los problemas en educación… segregación?

El debilitamiento de la educación pública que hoy depende de una Corporación Privada que discrimina a las escuelas y liceos populares de la comuna. Hay que eliminar esta figura y crear una Dirección municipal de Educación Pública que dependa del municipio. Hay que fortalecer la educación pre escolar pública que está entregada al sector privado.

¿Y la selección de los alumnos?

Estamos en contra de la selección. Se debe eliminar de manera gradual.

¿Qué diagnóstico tienes en salud?

En primer lugar, un problema de calidad y cobertura en la salud. Faltan especialistas. Se requiere un consultorio en la zona nor-poniente de la comuna que estaría entre Salvador y Vicuña Mackenna. De Pedro de Valdivia hacia el eje Vicuña no hay nada.

¿Cuál es tú opinión de la clínica?

Aquí se necesita un Hospital intercomunal que podría estar en el límite que de Macul, Ñuñoa y Peñalolén. Mi posición es que el consultorio de Juan Moya y la posta se instalen en la clínica con mayor cobertura y que ese lugar se destine a vivienda social que no puede tener más de 4 pisos. El Hospital Salvador no puede seguir atendiendo a las mismas comunas; está colapsado.

Pero, ¿cómo se resuelve hoy el tema de la clínica y la demanda local de salud?

Dije dos cosas: otro consultorio en el sector poniente de la comuna y trasladar el Salvador Bustos y la posta a la clínica que por su tamaño puede abarcar más que el consultorio en relación al tipo de atenciones que se pueden dar en convenio con el Ministerio.

Entremos al tema del desarrollo urbano o territorial. Tú eres uno de los activistas de la comuna en este tema ¿qué diagnóstico haces?

En primer lugar, se requiere participación vinculante en todo el proceso de creación y diseño del Plan Regulador Comunal que termine en un plebiscito comunal ratificatorio. Y luego, viene la fiscalización ciudadana permanente de lo que ocurre en la DOM.

¿Y, las mesas participativas?

Es un avance. En el 2014 en la JJVV del parque Gorostiaga planteamos la necesidad –con 4 Juntas de Vecinos- de modificar el PRC de ese sector. A partir de esto, estamos en lo que conocemos hoy como mesas participativas. En esa ocasión pedimos una mesa tripartita entre los vecinos, los concejales y el municipio. Hicimos una propuesta de modificación. Hoy, ese trabajo está dando los frutos.

Sin embargo, las mesas se pueden entender como el dividir para gobernar con el objetivo de no tocar los bordes y los ejes que es donde está la expansión inmobiliaria. En el 2007 se bajó la altura en los barrios y se aumentó la altura en los bordes; pero, ya habían entrado más de 200 permisos aprobados. Hoy, ya han entrado como 55 permisos –según el municipio- desde que empezaron las mesas en las 6 Unidades Vecinales de esta primera etapa. En ese entonces, logramos bajar de 5 a tres pisos; pero, Zarhi dejó algunas calles –no sé, por qué- en siete pisos.

“Las mesas participativas tienen problemas comunes”

Esa idea que mencionaste de “divide para gobernar” no considera que los sectores tengan necesidades distintas; por lo que, no parece tan negativo.

Ya nos estamos articulando y reuniendo con las mesas de otras UV. Ya llevamos dos reuniones. El propio municipio se dio cuenta y pidió reunir dos mesas ya que las zonas eran muy parecidas: entre Lo Plaza y Vicuña y entre Irarrázaval y Grecia. Toda esa franja es muy similar. Pero, todas las mesas tienen problemáticas comunes: la permisividad en los ejes y el colapso del transporte, sobre todo, porque Ñuñoa es una comuna pasillo; se estima que por la comuna pasa al día el 23% de los viajes en auto que se hacen en Santiago. También, está la problemática de la capacidad de los alcantarillados y los colectores aguas lluvia.  Estos temas comunes, por tanto, contribuyen a que nos estemos coordinando.

Ahora, ¿es posible pensar que estos avances en las mesas y esa coordinación de la que hablas pueden ser el inicio del diseño de un PRC participativo, vinculante y que sea ratificado en un plebiscito comunal?

Es un avance en la medida en que sea vinculante del mismo modo como ocurrió con la mesa # 1 cuyos acuerdos fueron ratificados por el concejo municipal. Esperamos que se repita este mecanismo en las otras mesas.

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En síntesis, ¿cómo se enfrenta el desarrollo inmobiliario?

La bajada o la concretización de un Pladeco es el Plan Regulador. Por tanto, hay que desarrollar un instrumento muy participativo que permita elaborar a la vez el Pladeco y el PRC. Ya se conocen algunas experiencias en el país; que, además han dado muy buenos resultados. Se trata de un instrumento participativo y vinculante desde el origen y ratificado en un plebiscito comunal que responda a las necesidades de los vecinos y no de la industria inmobiliaria.

Para terminar con este tema, ordenemos las prioridades ¿en qué hay que avanzar?

Primero, detener la destrucción de los barrios que aún quedan en la comuna lo que se logra reduciendo drásticamente la construcción en altura.  Segundo, no más licitaciones y entrega a privados de espacios públicos como parques, plazas, etc. Tercero, nuevas áreas verdes y mejorar el mal estado en que se encuentran. Cuarto, las redes viales de la comuna y el colapso de las calles. En quinto lugar, los niveles de contaminación ambiental por el movimiento de tierra y materiales y la destrucción de las calles por el tránsito de los camiones.

“Las juntas de vecinos no son instrumentos de participación real”

Como un miembro del activo ciudadano de Ñuñoa, ¿qué análisis haces de la participación en la comuna?

La gente participa poco. Las Juntas de Vecinos pesan un paquete de cabritas. Cuando votan 100 o 120 personas se considera un éxito. Por ejemplo, en la UV del parque Gorostiaga se estima que son como 6.000 personas; de ellas, están inscritos en la JJVV como 400 y votan un poco más de 100. Las Juntas de Vecinos no son instrumentos de participación real. Lo mismo que el COSOC que es un órgano consultivo y que casi nunca tiene quórum para funcionar. La Unión Comunal tampoco es un organismo de participación.

Mientras la participación no sea vinculante la gente no va tener ningún interés. La gente se mueve bien en cosas concretas, problemas concretos.

¿Qué capacidad de movilizar tienen los dirigentes que en muchos casos llevan años?

Yo diría que hay nuevo liderazgos en muchos sectores; en la Villa Frei con la nueva JJVV hay caras nuevas que surgen y posicionan a partir del conflicto por la instalación de una estación del metro. Esta Tussy Urra en la Villa Olímpica, la gente de los Adoquines; hace 8 años en Gorostiaga no había nada. En este último caso, nos organizamos a partir del conflicto del parque Gorostiaga. La Junta de Vecinos de Plaza Ñuñoa surge luego del conflicto de la Pérgola.

O sea, ¿se organizan post conflictos?

Sí. La Red Ciudadana por Ñuñoa surge en 2006 a partir del conflicto urbano de la comuna y es leyenda; pero, lo que no es leyenda es que los derechos urbanos están incorporados en todas las organizaciones sociales de la comuna.  Eso, para nosotros es lo fundamental y es el legado que quedó.

Entremos a la política. ¿Cómo crees será la participación en las municipales?

Por los últimos acontecimientos –colusión élite política y empresarial- va participar a nivel nacional menos gente que la última vez. En Ñuñoa, tal vez sea similar.

¿Por qué ocurría esto en Ñuñoa?

Porque en la comuna los sectores populares participan de las votaciones. De alguna manera el trabajo territorial que se hace rinde frutos y motiva a los vecinos de esos sectores a concurrir a votar. Hace un tiempo en la Exequiel González Cortés votaron como 1.200 persona en una JJVV, lo que es un tremendo éxito. Eso, da cuenta que estos sectores participan.

¿Quién es tú candidato al concejo?

Mi voto es para Camilo Brodsky.

¿Y para Alcalde?

Mi candidato es AC.

¿Cómo?

Ni cabildos, ni comisión de expertos, ni bicameral… sólo, Asamblea Constituyente.

¿Cómo ves la posibilidad de que se rompa el concejo y entre un candidato de la izquierda no oficial?

Hoy la Lista “Cambiemos La Historia” ha logrado aglutinar a las fuerzas más representativas de la izquierda ñuñoina. Por primera vez en estas elecciones municipales hemos logrado levantar una tercera fuerza conformada por Revolución Democrática, el Movimiento Autonomista, Izquierda Libertaria, Nueva Democracia, Convergencia de Izquierdas e independientes de izquierda en nuestra comuna.

Pero, el escenario para la izquierda no oficial es otro, ¿qué análisis haces en ese caso?

Más que un análisis que resultaría muy extenso, estoy seguro que el escenario variará y que la izquierda tendrá esta vez un representante en el Concejo Municipal de Ñuñoa.

Por, Alejandro González-Llaguno

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