Publicado el: Vie 13, Nov, 2015

LA ENTREVISTA DE LA SEMANA, Guido Benavides, RN, Concejal Comuna de Ñuñoa.

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Se le considera el “delfín” de Sabat. Tiene 45 años, es abogado de la Universidad de Chile y tiene una larga trayectoria política. Se define como un hombre de partido: “me gusta mucho la vida partidaria”. Hoy, está tranquilo y contento con su labor desde el concejo y afirma que va “seguir trabajando en Ñuñoa”.

Para empezar, Guido ¿cuéntanos cómo te vinculaste con la política, cuáles fueron tus motivaciones?

Mi padre era militante comunista. De hecho, no podía entender como un hijo le salió tan distinto políticamente; siempre hubo una buena relación y ahí comenzaron mis primeras conversaciones políticas. Pero, cuando entre a derecho a la Universidad de Chile en el ’89 comenzó mi actividad política. Entre a una de las escuelas más politizadas de la época que marcaba pauta en la discusión estudiantil, juvenil y en todo lo que ocurrió a fines de los ochenta cuando estábamos ad portas de la primera elección democrática. Había un fragor enorme. Siempre me llamó la atención desde joven el tema público y la participación. Por algo estudie lo que estudie y donde lo estudie.

Como militante de Renovación Nacional comencé a trabajar como dirigente estudiantil, en el centro de alumnos, en la Federación de estudiantes; a finales de mi carrera estuve en la Fech y compartí con mi gran amigo –hasta el día de hoy- Álvaro Elizalde que era el Presidente y yo miembro de su directiva; de alguna manera, uno aprende mucho, convive con mucha gente de todo tipo en términos culturales, religiosos, socioeconómicos, políticos. Sin duda, todo eso te marca; como también ser dirigente estudiantil de centro-derecha que era complicado en la época desde el punto de vista de que las grandes mayorías eran de la Concertación. En todo caso, esto me ayudó a  fortalecer la personalidad, las formas y los estilos que con el tiempo uno ha ido desarrollando.

Y, en toda esa coyuntura ¿quiénes eran tus referentes políticos?

Sin duda, Andrés Allamand y el grupo de la llamada “patrulla Juvenil” con Piñera, Espina, Allamand, Matthei. En torno a ese grupo comencé a trabajar en el partido y en 1994 fui electo presidente nacional de la juventud de Renovación Nacional por el lado liberal.

Hoy, sigo vinculado al lado más liberal del partido; siempre he sido del ala más liberal de RN, me sigo identificando con aquello respecto de las políticas, de las posturas, de los temas que se discuten. Obviamente, me identificó al interior del partido con quienes también las tienen; por ejemplo, con Allamand, con Marcela Sabat que tiene  bastante opinión sobre temas valóricos y estoy de acuerdo con ella, claro hay matices, pero tampoco uno es blanco o negro.

Pensando en las motivaciones que hicieron que entraras a la política como dirigente estudiantil y luego partidario, ¿cuáles son éstas?

Era la vía –que vi en su minuto- de como canalizar los intereses para poder hacer cosas y luchar por las ideas que uno tenía; sentí, que la política era la vía y RN era le paragua que más me identificaba y me sigue identificando para concretar las ideas.

A pesar de que el mundo ha cambiado en estos 25 años –también uno lo ha hecho- la centro-derecha siempre ha tenido una visión de sociedad que más menos me interpreta: la libertad, la libertad individual, el emprendimiento, la libertad de oportunidades, la democracia, las libertades políticas en el entendido de poder elegir, los acuerdos, la tolerancia.

¿Y tus influencias?

Soy libre pensador. Respecto de los noventa es muy distinto a lo que puedo admirar hoy día. Hay gente extraordinaria en todos lados, mala en todos lados; no por estar en un partido voy a creer que sólo los buenos están ahí y los malos allá. Esto lo aprendí porque siempre estuve trabajando con gente de otros colores políticos en áreas no sólo políticas, sino también sociales, estudiantiles. Ahí, te das cuenta que hay gente valiosa en todos lados. Yo soy extremadamente respetuoso del que piensa distinto.

Ahora, luego de la experiencia como dirigente estudiantil y como presidente de la juventud RN ¿cómo siguió tu carrera política?

Luego de titularme retomó la actividad partidista y en el 2000 soy electo concejal por La Florida. Me presente en esta comuna porque en la época trabaja en al oficina parlamentaria de Lily Pérez haciendo asesoría jurídica y conocía lo que pasaba en la comuna. Luego, en el 2004 voy de candidato a concejal en La Reina porque mi profesor Luis Montt iba de candidato a Alcalde. No fui electo.

Entonces, surge después la posibilidad de ser consejero regional en el 2004. Fui electo y estuve dos periodos hasta que renuncie en el 2012 para ser candidato a concejal por Ñuñoa. Paralelo a estos cargos trabajaba en el partido en distintas instancias: a cargo de los distritos, miembro de la comisión política, de la directiva regional. Me gusta mucho la vida partidaria.

Siguiendo en esta carrera política, ¿Cómo te vinculaste con el núcleo Sabat?

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Cuando era concejal por La Florida y Sabat Alcalde por Ñuñoa, tuvimos vínculos en las instancias internas del partido. De hecho, lo apoyé la primera vez que fue candidato a dirigir el partido –que perdió con Carlos Larraín-. Siempre Pedro Sabat fue para mí y para mucha gente un referente para el municipalismo, un referente de gestión que logró cambiarle la cara a esta comuna. De ahí comenzó mi vínculo con él que fue a nivel partido y que después fue teniendo más afinidad política y amistad.

Esto hizo que en mi calidad de abogado me viniera a trabajar a la municipalidad desde el 2009. Fui asesor jurídico en algunos programas como la defensoría penal de víctimas y otras áreas. Tuve la posibilidad de conocer por dentro esta gestión que yo admire desde siempre.

“VOY A SEGUIR EN ÑUÑOA”

¿Existe sabatismo?; ¿qué significa sabatismo?

Absolutamente. No me gustan los istmos. Pero, si ser sabatista es ser una persona que le cambio la cara a la comuna, que demostró que con poca plata se pueden hacer muchas cosas, una persona que trabajo y obtuvo las votaciones que obtuvo, si eso, es ser sabatista, claro que existe. Hay mucha gente que se siente cercana al Alcalde e interpretada por lo que dice el Alcalde. Si yo me tuviera que definir si uno es o no es sabatista, claro que lo es desde el punto de vista de la modernidad, de la gestión, de la forma de enfrentar los problemas. Es un modelo de gestión que es mirado por muchos Alcaldes no sólo del sector nuestro y que reconocen en Pedro Sabat un hacedor de cosas.

Pero, cuando hablamos de sabatismo no sólo me refiero a Pedro Sabat, sino también a un núcleo formado por sus hijos Marcela y Franco y que en conjunto formar una red de poder importante en la comuna, ¿cómo vez este asunto?

No lo veo tan así. Es como una puerta; nadie le quita méritos a Franco y Marcela; pero, las elecciones hay que ganarlas y la gente al fin es la que elige. Cuando la gente de nuestro sector tuvo que elegir entre Marcela Sabat y el presidente de la Cámara de Diputados, elige a Marcela y luego la re-elige ganándole al hijo del Alcalde de Providencia. El caso de Franco Sabat, sacó la primera mayoría nacional de consejeros nacionales donde votaba no sólo la comuna de Ñuñoa.

Quizás, hay un tema de reconocimiento a esta gestión y que mejor manera de hacerlo eligiendo a sus hijos. Es más, el Alcalde también ha sido generoso en apoyar a personas de otras comunas sin apellido Sabat. De algún modo, es el sello a una gestión moderna.

¿Cómo defines el liderazgo de Pedro Sabat?

Un liderazgo cercano, de verdad y que se caracteriza por hacer cosas. Un liderazgo frontal con una personalidad muy fuerte. Por eso lo quieren o no lo quieren. Decir las cosas como son es lo que caracteriza a Pedro Sabat.

Pero, distintos actores políticos y sociales de la comuna tiene una visión de una persona autoritaria y ruda, qué es un patrón de fundo; ¿cómo asumes esas críticas?

 Son temas semánticos. Yo te dije personalidad fuerte. Su personalidad ha generado un sello. A unos les gusta, a otros no. Cuando eres hacedor de cosas da lo mismo si eres más o menos simpático, empático; lo importante, es hacer cosas, sobre todo un Alcalde. La gente siempre lo apoyó con grandes votaciones. Por tanto, si fuera tan autoritario, tan dictador, tan poco considerado, tan malo no habría tenido los resultados electorales y de gestión que tuvo.

Yo entiendo y lo he vivido en este período de concejal que los opositores a Pedro Sabat difieran en como ver las cosas o en la manera de implementarlas. Eso es normal. Pero, otra cosa es pasar a la vulgaridad, a la grosería, a la persecución y de alguna manera en algunos sectores de la Nueva Mayoría hacen de esto su día a día, su motivación. Hay una especie de obsesión con Pedro Sabat.

A tú entender, ¿cuáles son los grandes éxitos de esta gestión?

 Primero, el tema de la participación; de crear organizaciones que canalizan las inquietudes de la gente. Si sacamos una foto de lo que era Ñuñoa hace 20 años atrás en ese ámbito era muy débil y que también obedecía al contexto que estábamos viviendo. Hoy, entrega la comuna con más de 100 clubes de adultos mayores, con juntas vecinos funcionando, con organizaciones deportivas, vecinales; y muchas de ellas le sacan los ojos a la gestión del Alcalde. Da igual; ya que la pega del Alcalde y la municipalidad es facilitar que la gente de organice.

El segundo tema, es el desarrollo de la comuna de Ñuñoa. Tiempo atrás teníamos una expectativa de población decreciente y hoy hay un repoblamiento de la comuna. El perfil de los nuevos vecinos es un adulto joven que trajo mucho niño. Hoy las plazas están repletas y sus máquinas para ejercicios también. Esto, porque la familia de clase media se vino a  vivir a Ñuñoa. Y esto, es producto de una decisión, de una política que en su momento se tomó y hoy está dando sus frutos.

Un tercer eje, es la educación municipal de la comuna. De alguna manera marca el sello del Alcalde. Hoy, en Ñuñoa hay educación pública de calidad. Hoy, las vacantes de nuestros colegios se las pelean. Esto, fue una apuesta que en su momento se hizo en torno a un modelo de educación pública y municipal que se quería implementar. Hoy, la gente saca a sus niños de los colegios particulares para meterlos a los públicos de la comuna. De hecho, muchas comunas han tratado o están implementado este modelo de educación municipal.

Pero, los opositores de la gestión afirman que esto se debe a la selección, ¿qué hay de eso?

No es así; no todos los colegios de Ñuñoa seleccionan. No es conocer logros tan importantes es tener una miopía y un egoísmo enorme. La idea, es oponerse a cualquier cosa que Sabat haya impulsado da lo mismo si es buna o mala. Pensar, que esto se debe sólo a la selección no es justo. Además, el nivel de exigencia al interior es muy grande y esto va generando una selección natural en al que muchos van desertando.

Ahora, pensando en los fracasos de la gestión, ¿podrías identificar tres?

 No poder haber concretado iniciativas muy sentidas por los vecinos. Por ejemplo, que el metro llegara antes, haber instalado la Universidad de Ñuñoa; no haber logrado transmitir a la comunidad todos los logros y los beneficios que hoy tiene la comunidad. Fracaso es una palabra súper fuerte.

¿Qué palabra usarías?

Déjalo así. También, no haber podido inaugurar el edifico clínico mucho antes y muchas otras mejoras para los ñuñoinos. Que no hubiese esos quiebres en las organizaciones sociales producto de mezquindades políticas.

¿Hay déficit económico hoy en la municipalidad?, te lo pregunto porque hay, al menos, tres cifras distintas circulando.

Cuando veo que tengo problemas de plata me restrinjo en el gasto. Si hubiese déficits en la municipalidad yo no entiendo la cantidad enorme de contrataciones y de suplementos de inversión que se han hecho, como también se han pagado viajes de concejales. Yo me quedó con la documentación que se nos entregó por parte de la Tesorería municipal que hablaba de un saldo de caja al irse el Alcalde Sabat de número azules. Es más, hay un acta de entrega en que esta todo claro. Si no hay plata, yo trataría de restringir el gasto.

Entonces, ¿por qué se habla de déficit y se ha pedido una auditoria externa?

Para hablar de déficits hay que hacerlo con documentación; es más, todos tienen cifras distintas, los concejales, los distintos departamentos de la municipalidad.

Entonces, ¿cuál es la cifra?, y si lo hay que me digan ¿cuánto es?  Yo creo, que la maniobra es desprestigiar al ex Alcalde. Todavía no hay una cifra oficial.

Entremos, a la política de tú sector y al tema de la sucesión; ¿qué te motivaba para asumir la dirección del municipio y convertirte en Alcalde?

Estaba dispuesto a asumir el cargo. Yo quería. Primero,  esto es un trabajo en equipo y me sentí honrado de que Sabat manifestara que él quería que fuera yo. El vio que había un equipo, gente preparada, gente joven. Me sentí preparado y había que darle continuidad a la gestión, al proyecto. Y, así comenzaron las negociaciones con los concejales, con el partido. El partido me apoyaba y me refiero a Tomás Fuentes, al senador Ossandón, a Marcela Sabat, a Monckeberg, a los dos concejeros regionales.

¿Cómo se dieron las negociaciones?

Cuando la renuncia era inminente me junto con Zarhi y conversamos el tema. Con el jamás he tenido un problema y creo que tampoco lo voy a tener, menos por esto. Todos saben que Andrés sólo venía al concejo  y no estaba involucrado en un 100% en el terreno y en las organizaciones. Eso, no le quita mérito; son estilos distintos.

Hablamos y me comenta que no iba a postular a la Alcaldía; no obstante, estaría dispuesto a terminar el período que le queda a Pedro Sabat y que no estaba dispuesto a ser candidato en el 2016. Luego, se juntó con Pedro y el Alcalde de Vitacura –ya que era funcionario de esa municipalidad- y deciden en esa reunión apoyarme a mí. Incluso, esto sale en el diario.

Pero, algo ocurre y el cambia de opinión no sólo en relación a mi postulación, sino también en relación a que sería candidato el 2016. Y, luego paso lo que todos saben. Yo, creo que hubo un acuerdo para que yo no fuera el Alcalde; es cosa de ver como votaron en la Nueva Mayoría.

¿Y el voto de Caro?

Habría que preguntarle a él.

Ahora, pensando en tú futuro político; ¿Alcalde, Concejal?

Ñuñoa. Está abierta la posibilidad. Estoy abierto a seguir en Ñuñoa.

Si fueras de candidato a Alcalde, eso podría implicar ir en dos listas; ese escenario ¿es posible?

Yo no puedo responder por los que no son del sector. Yo respondo por mi pacto. Lo que hagan los independientes no es nuestro tema. No obstante, estamos abiertos a competir en una primaria con Zarhi o sin él. Hay que hacer todos los esfuerzos para que el sector tenga candidato único. Hay que darle tiempo al tiempo. Pueden pasar muchas cosas.

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¿Y qué opinas de qué suenen en Ñuñoa figuras nacionales para la alcadía?

Que venga el que quiera que esté dispuesto a  competir en una primaria. Hasta donde yo sé, Cecilia Pérez no quiere ser candidata por Ñuñoa. Si ella dice que no; yo no tengo porque creerle a mensajes anónimos.

Independientemente, de si vas a competir por seguir en la concejalía o por llegar a la alcaldía, ¿qué necesita Ñuñoa?

Ñuñoa es una comuna para hacer millones de cosas. Lo primero, es hacer en conjunto con la comunidad un reordenamiento territorial: el tema de la densificación, la construcción en altura, en recuperar la vida de barrio. Para todo esto, hay que consultar a los vecinos porque trabajando con la gente pueden salir cosas mucho mejores que definir las cosas entre cuatro paredes. Hay que trabajar con la comunidad.

Y, ¿cómo vez las próximas elecciones?

Esta tan desprestigiado el tema político desde el nivel central hasta el local que decir que uno está en política y es de un partido igual es una mochila; hoy día la gente pasa la cuenta y la va pasar. Yo creo que la gente va apostar por caras nuevas, por gente nueva, a lo nuevo; es un tema que viene fuerte y no sabemos cómo se va comportar el electorado. Incluso, la nueva ley electoral favorece a estos movimientos y partidos políticos nuevos; sobre todo, si baja la cifra repartidora producto de esta gran cantidad de candidatos que el partido chico se mete. Puede pasar cualquier cosa.

Por Alejandro González LLaguno, Sociólogo

llaguno@nunorktimes.cl

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