Publicado el: Vie 4, Dic, 2015

LA ENTREVISTA DE LA SEMANA, Jaime Castillo, DC, Concejal por Ñuñoa “Estamos Abiertos a una Primaria Donde Esten Todos”

fOTO JAIME ALTA RESOL.

Conversamos largamente con el concejal Jaime Castillo; un político de larga trayectoria y experiencia en la comuna. Sin duda, tiene toda la legitimidad y el conocimiento para postular y dirigir el municipio. Hablamos temas sectoriales y políticos. Lo más relevante, es que está dispuesto a una primaria amplia con todas las fuerzas progresistas de la comuna.

Para comenzar hablemos de su trayectoria, ¿cómo se interesó en la política y cómo entro al partido?

Ingrese a la DC bastante joven entre los 12 o 14 años. Me sentí muy motivado por el llamado que hizo  Radomiro Tomic en un discurso que difundió la radio telefonía nacional en el que fijaba el pensamiento de la Democracia Cristiana. Era un llamado a los jóvenes en especial y al pueblo en general para incorporarse al Partido en el ‘63 o ’64. Me motivo su mensaje porque recogía el pensamiento social de la Iglesia expresado en las encíclicas sociales. Por ello, entre a la DC en marzo de 1964. Trabaje en la campaña de Eduardo Frei Montalva y desde ese momento comencé a asumir responsabilidades en el partido en los distintos niveles.

En ese recorrido ¿cuándo se vincula con la comuna y comienza su trabajo político?

Llegue a Ñuñoa en 1982 en plena dictadura y comenzamos el trabajo como opositores a Pinochet; fui uno de los fundadores de la organización opositora en la comuna, fundador de la Concertación,  presidente del comando del No y del comando presidencial de Aylwin. En lo social fui Presidente de Junta de Vecinos, de la Unión Comunal y de organizaciones  de distinta naturaleza, también de Iglesia.

Luego, en el ’92 –en las primeras municipales post dictadura- fui elegido concejal con una de las más altas mayorías de Ñuñoa. Esto me permitió ser Alcalde entre el ’92 y el ‘94. Después me retire de la actividad municipal.

¿Cuándo vuelve?

Retorne a las lides políticas cuando Adolfo Zaldívar asume la presidencia de la DC. Me piden que retornara y postulara. Así lo hice y salí electo. Desde esa fecha -2004- he seguido siendo  concejal de la comuna. Nunca postule a Alcalde, después de haberlo sido en 1992.

Podríamos decir, por tanto, que ¿ha llegado el momento?

Es muy probable; yo, estoy inscrito como candidato en la interna del Partido. Todavía no hay una definición en la plantilla nacional; además, Ñuñoa es una comuna en que todavía no está definido el tema. Pero, tenemos la seguridad de que eso va tener que ser ratificado ya que hay un testimonio,  una legitimidad de años y un respaldo partidario local sin contrapeso. No obstante, estoy dispuesto a ir a primarias internas DC con cualquier camarada.

Volviendo a los noventa, ¿qué caracterizó su breve gestión entre el ’92 y el 94?

En  una visión de sociedad local, una visión de comuna, propusimos e intentamos  una sociedad  que permitiera una convivencia, sino igualitaria, por lo menos ponderada, y para contribuir, nos jugamos porque los recursos fueran bien invertidos y focalizados en los sectores más resentidos de la comuna. A Ñuñoa, muchos la observan como mayoritariamente de clase media; están equivocados. De Grecia al sur hay un sector con muchas carencias. Ahí, están todas las villas populares.

Se necesitaba un gobierno comunal que acentuara la inversión en los sectores más necesitados; en que la educación y la cultura pudieran llegar a todos, porque aquí había una educación y una cultura segmentada, de la que todavía hay algo de eso, lamentablemente.

¿Cómo ve la comuna hoy, que diagnóstico hace, por ejemplo en el plano social?

Los problemas siguen con mayor acento en el sector más deprimido de la comuna. Por ejemplo, es inaceptable observar el cordón de basura, que trasunta una especie de miseria con la actividad, en Guillermo Mann con la venta de papeles y cartones. Hay que dignificar esa actividad y sus actores; no se trata de que eso se termine. Se trata de organizar, orientar, formalizar, normar.  No puede ser que en la Villa Olímpica u otras villas sociales se acumulen altos niveles de basuras, desperdicios y se constituyan micro basurales. El municipio ahí no está presente en soluciones reales y tampoco tiene una acción preventiva y de educación para que estos hábitos se terminen.

Estos hechos –que son parte de un problema mayor-, nos conducen, por tanto, a la necesidad de impulsar políticas de desarrollo o políticas públicas desde lo local que rompan con el asistencialismo de la era Sabat.

Es esencial. Si logramos aunar la acción del municipio y del gobierno en esta área tendríamos mejores resultados. Las acciones paralelas se diluyen. Hay muchos programas y proyectos que entregan recursos que son ignorados por las organizaciones sociales. Falta una acción mancomunada de las autoridades y vecinos para generar desarrollo social. Esto se facilita cuando los gobiernos del nivel central y nacional tienen la misma orientación.

La acción Sabat en el plano social estaba caracterizada por el paternalismo; por la dependencia y la política del paquete. Esto generaba un clientelismo político  que le permitió mantenerse en el gobierno local 20 años. No hay ningún programa de desarrollo social que pueda ser rescatable en su gestión, es más, creo que nunca existió uno. Aquí, hubo ausencias de políticas de desarrollo social.

Y, en el plano de la participación ciudadana que también es una forma de desarrollo, ¿cómo evalúa la gestión?

La gente nunca participo en nada, más bien,  se vio impedida de participar. Esta fue una gestión de política impositiva que impidió sistemáticamente la participación de la gente. Nosotros, los sectores políticos y progresistas, no tuvimos la fuerza suficiente para imponer criterios. La Unión Comunal y el Consejo de la Sociedad Civil eran controlados por su gente; ellos, boicoteaban cualquier iniciativa de los sectores progresistas. A partir de eso, hoy queremos lograr un municipio participativo e integrador. La elección municipal del próximo debe abrir el camino mediante la obtención de la alcaldía.

¿Qué diagnóstico hace de la Salud comunal?

Quizás, hay algo que rescatar. Pero, el establecimiento de  programas o planes de salud también fueron impuestos con una visión unilateral, sin la posibilidad de opinión de las agrupaciones  gremiales y profesionales de la salud, ni menos de otras organizaciones. Por ejemplo, ayer en sesión de Concejo Municipal rechazamos el plan de salud para el próximo año que el Alcalde  presentó  porque se basa en una visión segmentada de la sociedad de Ñuñoa. Estaba orientado a beneficiar marcadamente al sector  nororiente  y privilegiar inversión y presupuesto en el Consultorio Salvador Bustos y en la posta de Ñuñoa que se trasladan al “elefante blanco” que construyó Sabat como clínica, pero que nunca lo fue. Es un presupuesto que no guarda relación con lo que se le asigna al Rosita Renard, de acentuado menor monto, que está inserto en uno de  los sectores  más populares de la comuna.

Al observar esto, los concejales de la Nueva Mayoría lo rechazamos en forma categórica a lo que se sumaron uno o dos concejales de la derecha debido a la exposición que hicimos. Lo de Sabat, es una gestión absolutamente segregada; y si algún éxito puede observarse  se debe al auxilio que el gobierno central entrega a través de los programas de salud que son habituales. Pero, de iniciativa local no hay nada.

En consecuencia, ¿qué hay que hacer en salud?

Hay que establecer un plan de salud que abarque todos los aspectos: atención primaria, prevención, educación. En su elaboración no sólo debe participar la comunidad del sector salud, sino también la comunidad social que lo circunda, sus organizaciones y representantes. Me parece atroz que se presente un plan de salud que no haya sido, al menos, debatido ni conocido por el concejo municipal.

Y, en este esquema ¿qué rol juega la clínica, el “elefante blanco” que usted menciona?

La clínica no existe. Se pretende trasladar el consultorio Salvador Bustos y la posta de urgencia a esas instalaciones. No había ninguna necesidad de hacer este cambio de domicilio; ni tampoco esa construcción. En su momento, con Pablo Vergara quisimos ampliar los consultorios de la comuna, mejorar su infraestructura y aumentar su dotación de profesionales, especialmente. Con lo que se gastó se podía hacer todo eso. Se gastaron casi 15 mil millones de pesos –equivalente a medio hospital público chico-.

Lo que hay que hacer con ese “elefante blanco” ya lo hemos definido en dos o tres oportunidades, estoy hablando del concejo anterior. Ese edificio, debió haberse entregado al Estado para que por medio del Ministerio de Salud se habilitara un recinto integrado a la red de salud pública. Ese es el destino que debió haber tenido y que debe tener.

«Lo que hay que hacer con ese “elefante blanco” ya lo hemos definido en dos o tres oportunidades»

Y, en este esquema ¿qué rol juega la clínica, el “elefante blanco” que usted menciona?

La clínica no existe. Se pretende trasladar el consultorio Salvador Bustos y la posta de urgencia a esas instalaciones. No había ninguna necesidad de hacer este cambio de domicilio; ni tampoco esa construcción. En su momento, con Pablo Vergara quisimos ampliar los consultorios de la comuna, mejorar su infraestructura y aumentar su dotación de profesionales y administrativos. Con lo que se gastó se podía hacer todo eso. Se gastaron casi 15 mil millones de pesos –equivalente a medio hospital público chico-.

Lo que hay que hacer con ese “elefante blanco” ya lo hemos definido en dos o tres oportunidades, estoy hablando del concejo anterior. Ese edificio, debió haberse entregado al Estado para que por medio del Ministerio de Salud se habilitara un recinto integrado a la red de salud pública. Ese es el destino que debió haber tenido y que debe tener. Es un establecimiento que debe ser incorporado –en comodato- a la red pública de salud del Estado de Chile; privilegiando la atención gratuita de los habitantes de Ñuñoa.

¿Educación?

Es obvio, que los resultados que se pueden obtener cuando se coloca un piso de ingreso a esos colegios -como las notas- sean positivos.

Es decir, usted se refiere a que el éxito de los colegios municipales de Ñuñoa se debe a la selección que se hace en cada uno de ellos.

Por supuesto. Eso ha ocurrido, e algún modo. No hay otra explicación. Por cierto, que si te piden un 6.8 para ingresar los resultados son calados.

Por otro lado, hay situaciones que podrían considerarse positivas como el hecho de delegar atribuciones para que los propios directores de colegio pudieran administrar sus establecimientos sin una dependencia tan directa de la municipalidad; algunos resultados positivos eso arroja; pero, no es una medida Sabat, es una medida que venimos impulsando desde el año ’92.

¿A qué se refiere con esa “dependencia tan directa del municipio”?

El que haya autonomía y descentralización en cada uno de los colegios significa que cada director puede impulsar acciones de acuerdo a su realidad y a los objetivos que persigue un proyecto educativo. No están sometidos a un parámetro rígido y a la visión de una autoridad de turno. Esta autonomía, por cierto, ayuda a mejorar la gestión y la calidad de la educación. Los logros son de quienes administran esos colegios, los directores con la colaboración de los profesores y la comunidad educativa en su conjunto.

Para ir terminando con el diagnóstico comunal, ¿cuál es su visión del desarrollo inmobiliario?

Soy un convencido de que hay que compatibilizar la necesidad del desarrollo de la ciudad con la comuna. La necesidad de la permanencia en la comuna  de los hijos de las familias  pasa por entender que hay que densificar la comuna en grados que no signifiquen destruirla, sino que se respete la calidad de vida de la gente que, hoy se ve afectada por la excesiva edificación en altura.

En términos de planificación urbana, el desarrollo inmobiliario debe estar enfocado en los ejes que circundan la comuna. Pero, no establecer un PRC que sea una agresión a la calidad de vida de la gente. En ese sentido, nosotros impulsamos en el año 2007 un cambio que implicó una disminución del impacto negativo que estaba teniendo en la comuna la invasión de edificación en altura. De alguna forma logramos frenar la verdadera masacre amenazante. Hoy hay que completar esa tarea  regulando y preservando las pocas características habitacionales a escala humana que van quedando y que hicieron de Ñuñoa una comuna agradable para vivir.

Hay que abordar con prontitud el planteamiento. Espero, que Zarhi asuma el compromiso que hizo con nosotros en el sentido de iniciar mesa de trabajo con distintos sectores sociales y residenciales  de la comuna encaminados a poner en marcha un proceso de modificación del plan regulador.

¿Hay déficit en Ñuñoa?

Los 15 mil millones de pesos de la clínica tienen al municipio en bancarrota; y, que hoy no pueda pagar facturas, proveedores, gastos esenciales, tenemos problemas con el pago del alumbrado público y los propios edificios municipales y mañana podemos enfrentar problemas con el sueldo de los funcionarios y el pago de sus cotizaciones, con la mantención de las áreas verdes y del aseo. Todo esto es producto de esa mala inversión.

Observamos hoy –a cuarenta días de haber asumido el alcalde nuevo-, una deuda de 2.500 millones o más. Por eso, propusimos una Auditoria externa a la situación financiera de la municipalidad y de la gestión Sabat autora de la debacle denunciada, para saber a qué atenernos. Es muy probable, que el año contable termine con números rojos. Es más, el Alcalde quiere replantear el presupuesto para el próximo año a fin de ser realistas y observar compromisos y planes en esa perspectiva.

Entremos a la política local; ¿por qué, en la coyuntura de la sucesión, cada concejal voto por sí mismo y luego hubo abstención?

Simplemente, cuestiones prácticas. El planteamiento que se aprobó lo hice yo. Estaba basado en el convencimiento de que era imposible que la Nueva Mayoría se quedara con la Alcaldía. En segundo lugar, la necesidad de impedir el continuismo de Sabat a través de su delfín; y, en tercer lugar, que dentro de la Nueva Mayoría habían tres concejales con intenciones de ser candidatos  a alcalde en la próxima elección municipal y que, por tanto, había que mantener la legitimidad de cada uno evitando privilegios que pudieran significar ventajas a uno sobre otros.

En este contexto, por tanto, lo más sano era buscar, además, una salida que nos permitiera abrir las puertas de la municipalidad a una gestión más dialogante. Con Sabat, nunca hubo dialogo; con Sabat nunca hubo posibilidad de  acuerdos.

Con esa opción, privilegiamos mantener la vigencia del proyecto de la Nueva Mayoría; que, nos permitiera por medio de cualquier mecanismo ir a la búsqueda de un candidato que nos represente a todos. En esa perspectiva, no podían quedar heridos en el camino.

En el proceso previo al acuerdo se cometieron algunos errores políticos, sin embargo…

¿A que se refiere con eso de “errores políticos”?, pareciera, según su relato, que todo fue perfecto y racionalmente planificado.

Por ejemplo, de la Diputada Fernández –a quien estimo, muchísimo- de llamar a votar por Paula Mendoza. Fue un error político que, a lo mejor, contribuyó a zanjar la opción que tomamos. Pero, lo más importante era mantener la cohesión de la Nueva Mayoría en la comuna en la perspectiva de buscar un mecanismo que nos permita acceder a la alcaldía el próximo año.

¿Qué lecciones saca de esa negociación?

Sin duda, nos fortaleció y es lo que nos permitió acentuar el dialogo al interior de los concejales de la Nueva Mayoría que siempre había sido un flanco de debilidades desde que asumió este concejo. A partir de ese momento cambio todo.

Esto, sin duda, fortalece la opción por primarias.

Tenemos que llevar un candidato único a la elección municipal surgido de una primaria de la Nueva Mayoría.

Pero, también está la opción del 123 que es una opción más amplia y que asegura, de algún modo, el triunfo en la municipal del otro año.

Ese no es el tema. El tema es que debe haber un compromiso cívico y moral de todos los progresistas de la comuna; y, asumir que el adversario es la derecha y su estilo de hacer gobierno comunal. Tenemos que ser capaces de superar lo absurdo y equivocado de la vuelta anterior de levantar candidatos alternativos que permitieron que Sabat fuera nuevamente elegido Alcalde. Eso, fue una irresponsabilidad que no se debe cometer nuevamente.

Según sus palabras, en consecuencia, el 123 Ñuñoa no sería una buena alternativa.

Nosotros estamos dispuestos a concurrir a una primaria pública, de cualquier característica –ojala legal- en la que estemos todos; pero, no vamos a dar ventajas para que nos acorralen y comiencen las omisiones en favor de uno u otro. Vamos a ir a una primaria donde estén todos, incluso los grupos extra Nueva Mayoría. Entonces, el que gane por un voto, será el candidato de todo el sector progresista de la comuna. Así debe ser.

Entonces, la plataforma del 123 es viable.

Yo no conozco esa plataforma. Lo que si conozco y hemos planteado es la necesidad de hacer una primaria con garantías políticas en la que nosotros DC participemos. Pero, para evitar el acorralamiento a cualquiera de los partidos, tienen que estar todos.

¿Desde el Partido Igualdad hasta la DC?

Todos con sus candidatos. Todos los que estamos en una visión de respaldo al gobierno y que estamos en una visión de oposición a la gestión de la comuna. Pero, que se respeten los resultados y los compromisos. Tampoco, que empiece el traslado de electores de otras comunas para de ese modo imponerse. Esto tiene que ser transparente, lúcido, responsable. Esas,  son las exigencias que plantea la DC.

«Lo que le llaman 123, son los mismos sectores políticos tradicionales en rostro y apellido»

Insisto, el 123 sería la plataforma social y política que hace posible esa primaria amplia de los sectores progresista de la comuna de los igualitarios a la DC. A su juicio, ¿es la instancia para validar esa primaria amplia en la que deben estar “todos” como usted dice?

Lo que le llaman 123, son los mismos sectores políticos tradicionales en rostro y apellido; son los mismos que militan en los partidos de izquierda; para que nos vamos engañar. Si hay una expresión social que sea auténticamente ciudadana y que prescinda de los agentes políticos, entonces le voy a entregar toda la credibilidad. Cómo voy a creer, si son los mismos actores jugando allá y acá.

Prefiero ser transparente y hablar clarito. Primarias con todos los partidos, con todos los movimientos a través de un representante de cada uno; y, el que gane –aunque sea por un voto- será el representante de los sectores progresistas. Así, participamos todos.

¿Usted, ve viable una primaria legal en este contexto, pensando que para que sea posible los pactos nacionales se deben replicar a nivel local?

Hay que buscar el mecanismo. Además, todo esto está cruzado por las negociaciones nacionales por la plantilla municipal. Hay que esperar, que sucede en este plano. Pero, en Ñuñoa habrá que posibilitar un mecanismo que conjugue con lo nacional. Hay que abordarlo a la brevedad.

Por Alejandro González LLaguno, Sociólogo

llaguno@nunorktimes.cl

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