Las Primarias de Ñuñoa y el Frente Amplio, Por Alejandro González LLaguno

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En el mapa político de Ñuñoa se ha instalado con fuerza y legitimidad un actor político que ha venido durante años marcando presencia y levantando la voz: el Frente Amplio. Hoy están insertos en el 123 Ñuñoa y participan de sus distintas instancias. En función de cómo se resuelven determinadas variables hay posibilidades de proyectar este acuerdo local a nivel nacional. Esa, es otra historia.

El Frente Amplio está constituido por los humanistas, los igualitarios, los verdes, los autónomos, los libertarios, Convergencia de Izquierdas y organizaciones ciudadanas. Como todas las fuerzas progresistas de la comuna tienen claridad de que la unidad de los progresistas de Ñuñoa es una condición necesaria para ganar el sillón edilicio. En efecto, hoy está instalada la necesidad de la unidad –a pesar de las diferencias políticas e ideológicas- y de enfrentar de manera unitaria el proceso electoral de octubre. Esa unidad, sin duda, genera altas posibilidades de que los progresistas de la comuna ganen el sillón edilicio. Del mismo modo, hay ciertas coincidencias programáticas –básicas y generales- que generan condiciones para esa unidad y victoria.

No obstante, hay algunos problemas políticos y legales que se deben resolver para hacer realidad el sueño de la primaria amplia.

La pregunta, por tanto, apunta a dilucidar el rol y el peso que el Frente Amplio va tener no sólo en esa primaria, sino también en el futuro gobierno local. La primera pregunta es evidente: ¿van a llevar candidato a esa primaria?

A mi entender, no tiene sentido que no lo hicieran. De hecho, una primaria amplia de los progresistas de Ñuñoa tiene hoy sólo compitiendo a los candidatos de la Nueva Mayoría: Placencia, Mendoza y el ratificado Castillo Soto. Todo indica que Revolución Democrática y los progresistas van  a terminar apoyando a uno de ellos; hoy, me inclino que van apoyar a la candidata del PC.

En consecuencia, si el Frente Amplio no lleva candidato, la primaria amplia termina circunscrita a la Nueva Mayoría. Esto, sin duda, podría leerse no sólo como el fracaso el 123 –en el sentido de que la primaria se da al interior de otra plataforma-, sino también como la posibilidad de que compitan en octubre próximo. Todo indica, por tanto, que deberían competir en la primaria progresista; de hecho, no hay que olvidar que los igualitarios ya compitieron con candidato –a nivel nacional y local-, y que los humanistas siempre han llevado candidato. Además, en términos unitarios pueden tener –han tenido- buenos resultados.

Al contrario, si ocurre que la primaria queda circunscrita los partidos y candidatos de la Nueva Mayoría, se abre un escenario distinto. En este caso, la candidata del PC tiene altas posibilidades de ganar esa primaria al recibir el apoyo del Frente Amplio, de los progresistas y de Revolución Democrática.

Surge, por tanto, un primer escenario para la primaria progresista: los candidatos de la Nueva Mayoría –con la DC incluida- y el candidato del Frente Amplio. La pregunta apunta, por tanto, a la correlación electoral de fuerzas y a la capacidad que cada uno tiene de movilizar electores.

Hay un dato relevante: la Nueva Mayoría compite entre sí; es decir, hay una fragmentación de los votos. Esto, sin duda, es positivo para el Frente Amplio. ¿Por qué?

Simple. En conjunto pueden ser una fuerza electoral importante. Veamos. Pongamos atención en las votaciones de las últimas municipales, parlamentarias y presidenciales.

Las municipales del 2012.

A nivel de Alcaldes la Nueva Mayoría –con Maya Fernández- obtuvo 34.217 votos. A su vez, las dos candidaturas del Frente Amplio –el humanista Gálvez y el Igualitario Mlynarz- logran 7.866 votos. Su votación baja de manera importante en la elección de concejales al llegar a 4.800 preferencias. No hay duda, con estas cifras no es mucho lo que pueden hacer a nivel electoral si los proyectamos a una primaria.

No obstante, las cifras adquieren otro valor cuando las analizamos por candidato. De hecho, no hay que olvidar que en una eventual primaria progresista cada candidato compite como unidad sin consideraciones de pacto. Los datos muestran que en la elección de concejales y en dos listas la Nueva Mayoría presento 17 alternativas.

Primera consideración. El Frente Amplio con 4.800 votos le gana individualmente a 16 de los 17 postulantes. Sólo Paula Mendoza con 5.235 votos logra superarlo. Ahora, si consideramos el asunto en función de los 5 partidos de la Nueva Mayoría vemos que la DC –con 8.213 votos-, el PC –con 5.595 votos- y el PS –con 11.879 votos- logran ganarle al Frente Amplio. En consecuencia, en una primaria –sobre todo, si logran movilizar a sus huestes- estos sectores liderados por los humanistas y los igualitarios pueden convertirse en una fuerza política y electoral significativa; por lo menos, poner en aprietos a más de alguno.

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Las elecciones del 2013.

Un año después vuelven a competir en Ñuñoa. De hecho, en estas elecciones logran consolidar la votación obtenida el año anterior. Sin embargo, hay que considerar que en estas elecciones aumentan los votos emitidos en más de 25.000 preferencias.

A nivel de CORE, el Frente Amplio logra 9.164 votos equivalentes al 9.2% de las preferencias. Aquí, surge una segunda consideración: es una votación que sólo es superada por la candidata de la DC –Mariana Aylwin- que logra 12.030 votos y por el independiente y popular actor Adriano Castillo con 11.426 votos. No obstante, vuelven a ser derrotados al considerar la votación por partidos.

A nivel de diputados, el Frente Amplio logra aumentar su votación de manera significativa. Las dos listas que lo constituirían suman 18.360 votos equivalentes al 17.5%; siendo, por tanto, superados por Maya Fernández y Marcela Sabat. Sin embargo, esa votación se divide en dos: los 10.930 votos del Autónomo y emblemático Francisco Figueroa y los 7.430 votos del pacto Igualdad-Verdes con Rodrigo Román y Cristián Villarroel. A nivel senatorial, el Frente Amplio obtiene 8.130 preferencias -al unir la lista de los humanistas y los igualitarios- equivalentes al 7.8%. A nivel presidencial, el Frente Amplio al sumar la votación de Miranda -2.277 votos-, Claude – 4.805 votos- y Sfeir -7.798 votos- logra 14.880 preferencias equivalentes al 13.7% del voto progresista.

Tercera consideración. Cuando la competencia es bajo un sistema electoral proporcional –concejales y Consejeros Regionales- sus rendimientos electorales suben al configurarse un escenario con distintos candidatos; situación, que permite comparar rendimientos individuales. Al contrario, se reducen cuando hay que competir dentro del binominal –diputados y senadores- debido a que la competencia se reduce y no todos los partidos llevan candidato.

Resumamos la votación del Frente Amplio.

En el 2012 a nivel de Alcaldes logran 7.866 votos y para concejales 4.800 votos. Estas cifras, al interior de las fuerzas progresistas de la comuna corresponden al 18.75 y 12.5% respectivamente.

En el 2013 a nivel de los Consejeros Regionales logran 9.164 votos equivalentes al 14.9% de los votos progresistas de la comuna. En los diputados logran 18.360 votos equivalentes al 28.3% de las preferencias progresistas de la comuna. A nivel senatorial obtienen 8.130 votos equivalentes al 15.3% de los votos progresistas de la comuna. Finalmente, a nivel presidencial obtienen 14.880 votos equivalentes al 22.1% del voto progresista de Ñuñoa.

¿Cómo se pueden interpretar estas cifras?

En primer lugar, que el Frente Amplio no ha superado nunca a la Nueva Mayoría como un todo en las 6 elecciones realizadas entre el 2012 y el 2013. En consecuencia, las posibilidades de ganar una primaria progresista son bajas.

Sin embargo, en segundo lugar, hay que considerar que sus posibilidades aumentan cuando constatamos que en una eventual primaria se compite de manera individual y no como pacto. Este hecho, sin duda mejora considerablemente sus opciones.

En consecuencia, la primaria progresista tiene compitiendo hoy a los postulantes de la Nueva Mayoría; y, eventualmente –o altamente probable-, debería incorporarse un candidato del Frente Amplio. A su vez, todo indica que los progresistas ni Revolución Democrática van a llevar candidato a esa primaria. Los tiempos se acortan.

Por Alejandro González LLaguno, Sociólogo

llaguno@nunorktimes.cl

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