Las ¿Primarias? de la Derecha en Ñuñoa, por Alejandro González LLaguno

foto_0000000120150930155905

La tendencia a la izquierdización de la comuna y la salida del ex Alcalde Sabat, generan las condiciones para un complejo escenario político y electoral para la derecha local. La ruptura de Zarhi con el sector sólo viene a profundizar una crisis que ya estaba instalada.

Desde entonces, el panorama del sector se hace complejo; sobre todo, en la perspectiva de mantener el control del municipio y volver a re-encantar a su electorado. La pérdida de 20 mil votos, el quiebre político por la coyuntura de la sucesión y el conjunto de acusaciones cruzadas entre Sabat, Zarhi y el  concejo en torno a las platas del municipio, son los principales indicios de que el panorama político de la derecha local está entrampado en un complejo nudo político. Hoy, sin duda, el panorama no es alentador. Si las elecciones fueran el próximo domingo, perderían una comuna emblemática.

Que Zarhi ira a la reelección en octubre del próximo año ya eran un dato relevante del escenario. Sus últimas declaraciones han ratificado el hecho. En un análisis anterior, indagamos en torno a que esta posibilidad abría una coyuntura inédita para el sector en la comuna: primarias.

Dijimos, del mismo modo, que las posibilidades que tenía el actual Alcalde Zarhi da ganar esa primaria eran muy bajas. Insisto, en esa afirmación: Sabat, y el sabatismo, sigue siendo lo suficientemente fuerte en la comuna como para no perder –bajo ninguna circunstancia- una primaria frente a Zarhi u otro aspirante. Es más, recuperando un poco menos del 50% de los votos perdidos en la última elección, se quedan, nuevamente, con el sillón alcaldicio.

En este escenario, sumando y restando, el actual Alcalde no sólo ha ratificado su voluntad de seguir más allá de este período, sino también, ha dicho que no ira a ninguna primaria. Zarhi, ya está en campaña. Zarhi, sabe que una primaria la pierde.

En consecuencia, la derecha local estaría compitiendo para el municipio con dos cartas. No sólo inédito –porque van en dos listas y no va Sabat-, sino también porque se trata un escenario que va conducir, seguramente, a que pierdan el municipio.

Las negociaciones para evitar este escenario, en una comuna emblemática, comienzan a sucederse. La derecha en general, y el sabatismo, en particular, no van a dejar el control de la comuna de manera tan fácil. ¡Aguante Zarhi, podría decir un seguidor incondicional¡

Las presiones son y van hacer intensas. Los llamados y las bilaterales ya están en marcha. No lo duden.

Es válida la pregunta: ¿estará sólo el Alcalde Zarhi en esta aventura política?; ¿Cómo bajar a Zarhi?

Puede, sin duda, surgir una tercera opción: una figura nacional que venga a resolver este nudo político. Anular las pretensiones de Zarhi y del sabatismo y traer paz al sector por medio de un tercero y aumentar las posibilidades de seguir controlando del municipio, es una posibilidad. De hecho, los ruidos piñeristas con Cecilia Pérez se han escuchado. Sólo eso: se han escuchado. La relaciones entre el piñerismo y el sabatismo no son buenas; a pesar, de algunas cercanías puntuales. Algo, tiene que decir el Senador Ossandón en este lio.

En Ñuñoa, Matthei ya no corre; como, tampoco ninguna pretensión gremialista. Ñuñoa es, territorio de Renovación Nacional. Ñuñoa es, territorio sabatista. La derecha en Ñuñoa se llama Pedro, Marcela y Franco. Nadie, podrá venir a esta comuna sin el apoyo Sabat. Repito, nadie.

En consecuencia, Guido Benavides es el hombre. Por cierto, hay tiempo y espacio político para otras opciones. Centremos el análisis en el hoy: Guido es la carta de la sucesión de Renovación Nacional. Guido es la carta del sabatismo para recuperar Ñuñoa. Guido, es el competidor de Zarhi; o, al revés, Zarhi, es el competidor de Guido. Benavides, encarna el “Más Alcaldes para RN”.

La voluntad de Zarhi –a un año de la elección- de no ir a una primaria, abre el escenario de que el sector va a la elección municipal con dos candidatos. A mi entender, en esta opción, Zarhi tampoco tiene posibilidades de ganarle al sabatismo o a la derecha tradicional de la comuna. En definitiva, suma cero para todos.

El actual Alcalde, no tiene redes de poder en la comuna; ni trabajo territorial sobre el cual sustentar una campaña. Sin embargo, ha comenzado su campaña. Tiene ganas y voluntad. Sabe, no obstante, que las presiones serán muchas. Ya lo son.

Cuenta, sin embargo, con un cargo que le permite –quizás aprendió de alguien- hacer muchas cosas y llegar a muchos sectores. Ya lo está haciendo. Nuevo eslogan y logo: “la nueva Ñuñoa”. Ha inaugurado un nuevo estilo: más dialogante, amigable y que escucha a los vecinos. Sus funcionarios han comenzado a recorrer la comuna con un mensaje claro: “los queremos escuchar”. Sin duda, hay un giro en los estilos y en el liderazgo. Zarhi, es un tipo querible. Es un hombre de consensos.

Pero, ¿será suficiente ese espacio de poder para competir en octubre y ser elegido Alcalde?; ¿podrá resistir las presiones de su sector para no ser agente de quiebre?  Del mismo modo, ¿podrá conseguir el apoyo del sector y del sabatismo?

Lo único claro, es que no tiene como ganar una primaria. Y, por tanto, ha dicho que intentará ganar la batalla final. Ya veremos. Por ahora, vuelvo a la pregunta: ¿Esta sólo Zarhi, en esta aventura?

Ha comenzado a rondar como un fantasma una certeza en la derecha local: “no podemos perder Ñuñoa”. Ante esta realidad, todo vale. Y, casi todo es posible.

Por Alejandro González LLaguno, Sociólogo

llaguno@nunorktimes.cl

Show Buttons
Hide Buttons