LA ENTREVISTA DE LA SEMANA, Alejandra Placencia, PC, Concejal por Ñuñoa “Todos Queremos que la DC Participe”
Una entretenida conversación tuvimos con Alejandra Placencia, concejala del partido comunista, en la que nos habló largamente sobre los problemas de la comuna y sus posibles soluciones. Años de contacto con la comunidad le dan legitimidad a cada una de sus palabras. Su propuesta de gestión local no sólo pone acento en la participación y la democratización, sino también hay una visión integral de la comuna y el ser humano. De la política también hubo palabras; en ese sentido, lo más relevante, es la necesidad de hacer todos los esfuerzos por la unidad de la fuerzas progresistas para lo cual “todos queremos que la DC participe”.
Cuéntanos, ¿cómo empezó tu carrera política, identificando los hitos principales hasta que te convertiste en concejala?
Mi historia política parte en mi familia; aunque, ellos no sean militantes de partido ni cercanos al mío. Primero, con mis padres en plena dictadura en torno a la democracia y en la necesidad de recuperar una sociedad de derechos para los trabajadores, los estudiantes. Una sociedad que ponga al ser humano en el centro de las preocupaciones. Eso, se complementaba con lo que ocurría en mi colegio que era un espacio donde también se podía hablar de lo que pasaba en el país. Esas instancias fueron mis primeros acercamientos con la política.
El ’97 ingrese la universidad –Usach- en una época que había harta movilización –no como hoy-; por ejemplo, estaba la lucha por beneficios estudiantiles para poder seguir en las carreras. Aquí, entró a militar a la “jota” en la medida en que me voy involucrando en el movimiento estudiantil. Las discusiones eran muy profundas; discutíamos –en esa época- por el tipo de universidad que queríamos o el rol de la universidad pública en la sociedad. Ahí, me convertí en vicepresidenta y presidenta de la Feusach en el ’99 y 2000.
Y, ¿cómo te vinculaste con Ñuñoa?
En 2002, hago mi práctica profesional –profesora de filosofía- en Ñuñoa en el Lenka Franulic. Mi vinculación está dada, principalmente, por mi trabajo en organizaciones sociales y en el colegio de profesores. Vincularse con las familias ñuñoinas y no ñuñoinas te da un criterio de realidad muy potente; a través de los estudiantes se pueden ir palpando realidades distintas. Por eso, hay que fortalecer la educación pública; justamente, porque en ella se encuentra la diversidad, de familias, realidades, niveles socioeconómicos y socioculturales. Yo creo, que en el liceo donde trabajo todavía se encuentra esta diversidad.
En ese recorrido, ¿cómo te convertiste en concejala?
Soy dirigente del magisterio en Ñuñoa. Mi trabajo en la comuna es a través de las organizaciones sociales. Todo eso me permite conocer la realidad de la comuna. Surge a partir de la inserción social; no es una decisión arbitraria. Siempre pensamos el trabajo del magisterio inserto en el territorio; de ese modo, nos vinculamos con las organizaciones sociales y ciudadanas de la comuna. Para cumplir el rol social que nos motiva -no sólo gremial- había que estar vinculado. Por eso, el liderazgo que construimos desde colegio de profesores –sin pensar en cargos ni nada- fue generando las bases para el reconocimiento de mi labor. Y cuando se dio la discusión al interior del partido mi nombre tenía la legitimidad para asumir el desafió.
Estamos hablando del 2012 –quizás un poquito antes-, ¿qué diagnóstico haces de la comuna en esa fecha?
Una comuna muy antidemocrática, con poco espacio para las organizaciones sociales; donde la toma de decisiones es unívoca, concentrada en el Alcalde Sabat. Era una gestión que piensa sólo en la democracia representativa y no participativa. Era evidente la desvinculación de las organizaciones sociales con la acción municipal.
Y, ¿qué pasa con la participación social y ciudadana hoy en la comuna?
Ha ido cambiando; no porque la municipalidad fomente la apertura. En la comuna se ha ido articulando un movimiento social más fuerte y poderoso; en el que las Juntas de Vecinos están recuperando su rol de ser representantes de la comunidad y de exigir ser escuchadas por la autoridad.
¿Qué te motiva para competir
Primero, porque hay que avanzar en democracia. Avanzar hoy, en el marco de una LOC de municipalidades que entrega todas las atribuciones al Alcalde, implica generar una opción que garantice apertura en todas las áreas y en cómo se toman decisiones en los distintos ámbitos del quehacer municipal. En consecuencia, nosotros estamos en condiciones de presentar una alternativa democratizadora.
«En consecuencia, nosotros estamos en condiciones de presentar una alternativa democratizadora»
Pero, esa es una demanda transversal que todos los candidatos del progresismo tienen, entonces ¿qué te diferencia de los demás?
Para nosotros la concejalía ha sido un aprendizaje importante. Definimos nuestra concejalía como participativa en el sentido de que todas nuestras propuestas o lo que planteamos en el concejo es ampliamente discutido con las organizaciones sociales con las cuales nos vinculamos y trabajamos; no es sólo contacto, es un trabajo conjunto que hacemos. Somos una concejalía inserta en el territorio; esto es, sin duda, un sello que nos diferencia.
Y, este sello ¿tiene efectos electorales?
Eso esperamos. Los votos son consecuencia del trabajo realizado. Soy, de algún modo, la continuadora del trabajo iniciado por Manuel Guerrero que también tenía un sello participativo. Hemos, sin duda, hecho un aprendizaje en el trabajo en la comuna que tiene proyecciones hacia la alcaldía. Eso sí, tenemos plena conciencia que acá no se necesitan caudillos. Lo que se necesita es construcción colectiva; eso, es lo que no motiva.
Pero, esa construcción colectiva no sólo está relacionada con el mundo social, sino también con un proyecto de gestión, de comuna surgido desde la Nueva Mayoría u otra plataforma.
Por supuesto; con todas las fuerzas de izquierda y progresistas que puedan sumarse a este proyecto. En ninguna caso, vamos a poner en entre dicho la unidad de las fuerzas que nos permitan cumplir el objetivo.
Siguiendo con el diagnóstico, ¿cómo vez el hecho de que Ñuñoa es una comuna muy desigual?
Hay grandes desigualdades sociales. Hay una visión de comuna que queremos cambiar. Esta desigualdad se refleja en todo: salud, educación, áreas verdes. Todas las políticas municipales de hoy están cruzadas por la desigualdad.
Entiendo que acaban de rechazar el presupuesto de salud por esa misma razón.
Exactamente. Fui promotora para que vinieran hablar con nosotros las asociaciones de funcionarios, para que escucháramos a la comunidad y en virtud de esto se fortalece la idea de rechazar el plan de salud y que fuese reformulado.
¿Qué se hace desde el municipio para combatir esta desigualdad?
Es importante fortalecer las organizaciones territoriales; que, son los que mejor conocen los problemas y realidades de la comunidad. Desde esos espacios se pueden generar políticas de trabajo conjuntas como focalización de recursos, desarrollo de programas, etc. Todas las organizaciones –muchas auto gestionadas- tienen claro cómo abordar los temas de drogadicción, delincuencia, la violencia intrafamiliar; todos, tiene alguna idea de cómo esto puede comenzar a resolverse. La municipalidad nunca los ha escuchado.
Hay que dejar el enfoque asistencialista y resolver el problemas con cuestiones de fondo. Por ejemplo, el municipio no tiene ninguna política para resolver el tema de los allegados que son muchos. En la Rosita Renard, en la Exequiel González o en las otras villas sociales, la cantidad de gente que vive en la misma casa es enorme; y, sin embargo, no hay política municipal de vivienda social. Tengo mucho contacto con los comités de vivienda del sector sur de la comuna. Es un tremendo problemas que hay que abordar.
¿Qué diagnóstico haces de educación?
La desigualdad también es brutal. Es cosa de ver las escuelas de los sectores norte y sur. Hay escuelas que no pueden tener mejor educación porque no llegan recursos y están completamente abandonadas; por ejemplo, el caso de la Brígida Walter que está en muy malas condiciones.
La Corporación de Educación tiene un sello que tienen que ver con que los colegios tienen su propia autonomía para desarrollar su gestión…
«La desigualdad también es brutal. Es cosa de ver las escuelas de los sectores norte y sur»
¿Eso, es positivo?
Es positivo porque explica el éxito de algunos colegios y negativo porque perpetúa la desigualdad de otros. De hecho, la gestión de escuelas pobres sólo puede gestionar pobreza, independientemente, del director que pongas.
Entonces, todo pasa por una cuestión de recursos, de meterle más plata al sistema local de educación.
No; tiene que ver con la orientación de la política. Por ejemplo, cuando sólo evalúas el éxito en función pruebas estandarizadas cometes un error conceptual que tiene que ver con el paradigma educacional. Por ejemplo, ¿qué paradigma estamos promoviendo en Ñuñoa para decir que una escuela es o no es exitosa?
De hecho, mantener las matrículas en escuelas del sector sur para intentar superar las difíciles condiciones sociales en que esos niños viven es un éxito, más si sacan o no un buen Simce; porque, primero, para sacar un buen Simce hay que luchas contra las condiciones sociales en que esos niños viven. Estas consideraciones no son parte de la política educacional. Hay que cambiar el enfoque.
A tú juicio, ¿qué rol juega en la política educacional de Ñuñoa el tema de la selección?
Mucho; porque cuando hay diversidad en la sala hay que desarrollar –como docente- estrategias para que todos aprendan, independiente de si ese niño o niña tiene interés o no por una materia. Pero, si tengo “lo mejor” asociado a métodos y hábitos de estudio, a familias preocupadas y con mayor capital cultural, es evidente que ese niño o niña viene desde su hogar con mejores condiciones para aprender.
Entonces, finalmente, ¿qué hay que hacer en educación para hacer el giro que mencionaste?
Integralidad, en el sentido de que los puntajes fueran consecuencia de esta integralidad y no al revés; y, no poner el énfasis en las pruebas estandarizadas, el adiestramiento debiera eliminarse…
¿Esto, pasa por una decisión local?
Absolutamente. Es una decisión política. Los puntajes debieran ser consecuencia de una educación integral que fortaleciera todas las dimensiones y no sólo el adiestramiento.
Pero, eso puede ser muy complicado y perjudicial, sobre todo, considerado que hay un esquema nacional que define ese tipo de prueba para cosas relevantes, por ejemplo, entrar a la Universidad.
Los puntajes debieran ser consecuencia de una educación integral que permita fortalecer todas las dimensiones y no sólo el adiestramiento; porque, al final lo que se hace es privilegiar ciertas materias porque se consideran más importantes.
Otro eje, en este nuevo enfoque
Tiene que ver con la participación de la comunidad escolar, hay que darles más protagonismo. En las comunidades hay disposición para este dialogo entre profesores, administrativos, familias y alumnos. Hoy, no se hacen porque no se generan las condiciones.
Lo otro, es que debiera haber una política más enfocada al deporte, el arte y la recreación. En muchas comunidades escolares no hay talleres. Es necesario, que la jornada escolar completa cumpla sus fines reales; y que los niños en las tardes puedan desarrollar otras actividades.
¿Qué pasa con la salud en Ñuñoa?
La salud pública también atiende al sector norte de la comuna. De hecho, estos vecinos alegan sobre la inexistencia de consultorios en sus barrios y comunidades. Es claro que el Salvador Bustos y el Rosita Renard no dan solución a toda la demanda que existe. Se ha invertido demasiado –siguiendo con la desigualdad- en el Salvador Bustos en desmedro de lo que ocurre en el otro consultorio. La diferencia entre ambos es evidente, sobre todo, en cuanto a la masividad de la demanda. Hay una deuda con el sector sur de la comuna.
Nuevamente, vemos como la desigualdad marca muy fuertemente esta comuna; ¿tú crees que el sector norte –pensando de Irarrázaval y no desde Grecia- tiene conciencia de lo que pasa en su comuna?
En el sector norte está pasando algo interesante. Hay mucha gente de la tercera edad que ya no tiene los recursos que tenía antes, y que, por tanto, se ven sometidos a las presiones de las inmobiliarias. Sus pensiones son bajas, se están enfermando y no tienen consultorios cercanos o éstos tienen alta demanda, muchas veces tampoco tienen la posibilidad de moverse por su propia cuenta, o se encuentran solos. Se están generando situaciones bastante complejas. Incluso, algunos cuando venden no pueden ni siquiera comprar un departamento en la propia comuna en la que han vivido por décadas.
Entonces, ¿qué hay que hacer en salud?
Principalmente, una reformulación presupuestaria importante; lo que ni siquiera pasa por aumentar los recursos. Hay que equiparar la cancha. También la comunidad tiene que tener un rol mucho más activo; son los usuarios y la comunidad de salud los que tienen que opinar. Los consejos de desarrollo local no siempre están cumpliendo ese rol, deben ser más participativos y menos formales.
Agregaría, que hay que romper la lógica del asistencialismo y del mercado. Hay que abrir el municipio a nuevas iniciativas como la Farmacia Popular. Por eso, la estoy impulsando con fuerza.
¿Qué hay que hacer con la clínica Ñuñoa?
Ya sabemos que el Salvador Bustos y la posta de urgencia se van a trasladar. Pero, con el resto del edifico hay que hacer un convenio con una universidad pública para que sea campus clínico. Como Nueva Mayoría nuestro primer interés fue que se entregara al Ministerio de Salud para ser incorporado a la red pública. Como al Ministerio no le interesa, hay que hacer un trato con una universidad pública cuyos principales beneficiarios sean los habitantes de la comuna.
«Como al Ministerio no le interesa, hay que hacer un trato con una universidad pública cuyos principales beneficiarios sean los habitantes de la comuna.»
En estos días ha estado muy en la coyuntura el tema del Plan regulador, ¿cómo vez el desarrollo urbano e inmobiliario de la comuna y porque hay que cambiar el PRC?
Hay que cambiarlo porque el plan regulador no refleja la comuna que los vecinos quieren vivir. Por ejemplo, que las inmobiliarias arrasen con los barrios, es algo que los vecinos no decidieron.
Estoy de acuerdo en que la densificación de la comuna es un tema que hay que discutir. Sin duda, hay que densificar; pero, hay que hacerlo racionalmente identificando donde sí y donde no. Hoy, a la gente le prometen venir a vivir a una comuna que supuestamente tiene gran calidad de vida; pero, llega a su departamento y al tiempo le ponen otro edificio al lado y las calles comienzan a colapsar. No hay condiciones físicas ni materiales para el crecimiento que esta comuna ha tenido. Esta discusión hay que darla.
Pero, ¿qué tiene que ver o cómo se relaciona esta construcción en altura con la calidad de vida en la comuna?
También es multifuncional. La gente se ve presionada por las inmobiliarias para vender; incluso, amedrentados y presionando a los vecinos con robos falsos, tirando piedras en las casas de los vecinos que levantan la voz, las inmobiliarias no cumplen muchas veces con la normativa, está el tema de aumento del parque automotriz, hoy colapsan la calles, el alcantarillado, la falta de áreas verdes.
El tipo de comuna que queremos no sólo no se está viendo reflejado en lo que hablamos en educación, salud o participación, sino también en el plan regulador que no responde a las demandas y necesidades de hoy.
Para terminar, ¿cuáles deberían ser los ejes de una gestión de planificación urbana?
Primero, generar una política racional del plan regulador para lo cual es indispensable la participación de la comunidad. Hay que conversar con los barrios –y por barrios- y no solo con las Juntas de Vecinos. En segundo lugar, hay que integrar el PRC con el Pladeco –plan de desarrollo comunal- porque lo que hace el Pladeco es proyectar la comuna a mediano plazo. La visión de comuna que tenemos o definamos tiene que estar acorde con el plan regulador.
Entremos a la política; ¿se ve muy cerca trabajando a Revolución Democrática con el PC?
Tenemos cercanía producto de algunos temas que son centrales a nivel nacional: educación, nueva constitución. Nos hemos encontrado trabajando juntos en muchos espacios y eso ha ido estrechando los lazos. En el trabajo local se ha producido este encuentro.
¿Es viable una primaria sin la DC?
Sería muy lamentable. Para mí, es indispensable hacer todos los esfuerzos para que la DC se sume al proyecto unitario que estamos haciendo. Ellos, deben estar reflexionando en estos temas y en cómo no ser factor de quiebre de las fuerzas progresistas de la comuna. El costo puede ser muy alto. Deben responder rápido porque todos queremos que este la DC.
La pregunta la podemos hacer de manera inversa, ¿van a quebrar la Nueva Mayoría local por ir a una primaria con otras fuerzas progresistas donde eventualmente no estaría la DC?
El punto es que la Nueva Mayoría está haciendo una discusión a nivel local y que la DC debe entender que hay una razón de fondo, un bien mayor. Hay que generar la unidad más amplia de los sectores progresistas para que se cumpla el objetivo de comenzar la democratización de la comuna.
¿Cómo vez las primarias locales?
Acá, yo creo que van hacer primarias abiertas y ciudadanas. Hoy, lo que se vislumbra es que van a ver primarias abiertas a través del 123 más allá de la Nueva Mayoría.
Por Alejandro González LLaguno, Sociólogo
llaguno@nunorktimes.cl